jueves, 20 de diciembre de 2012

¿Alguien Tiene una Brújula?

Hace varias semanas no visitaba mi Diván de terciopelo azul, el cual,
por cierto, ha estado en remodelación.
Ni me gusta el azul y odio el terciopelo.
Mis ideas continúan atoradas.
Se resisten a salir.
He preferido guardar
las palabras en mi mente.
Sin embargo, en este momento
no pude aguantar más las ganas
y me senté un rato por aquí.
Dicen en radio pasillo,
que, de acuerdo a los Mayas,
mañana se termina el mundo. ¡Ja!
Claro, para mí es una artimaña más del sistema,
del orden mundial, "you name it",
para desviar la atención de lo que verdaderamente se está cocinando.
Y bueno, mientras son peras o manzanas,
este año no será el fin del mundo,
pero sí ha ocurrido un terremoto en mi interior.
Varios círculos se han cerrado,
nuevos capítulos se han escrito,
noticias innombrables y devastadoras he escuchado,
incontables pérdidas he experimentado.
Los últimos meses han sido de introspección.
Mi propio inventario he realizado.
Depuré lo que no necesitaba.
Antes me preguntaba hacia dónde iba.
Me sentía incómoda donde estaba.
Aún desconozco la ruta a seguir,
pero sé con claridad qué no quiero.
Los eventos del pasado, todos y cada uno de ellos,
son responsables de quien soy ahora,
para bien, o para mal.
No poseo una brújula, ni bola de cristal que me indiquen hacia dónde caminar,
pero me tengo a mí y mi intuición.
¿Y sabes qué?
Con esos dos elementos
me sobra y me basta
para estar en paz y, sobre todo, para vivir bien.
Te mando un abrazo, dondequiera que tú estés...



martes, 4 de diciembre de 2012

Bumerang Filoso

Ciertos sucesos pueden darle un giro inesperado a la vida.
Ocurren sin previo aviso.
No llaman a la puerta para dejar un mensaje de advertencia.
Simplemente pasan y se instalan, cómodamente.
Sin permiso.
De un momento a otro es posible estar en un laberinto sin salida.
Es factible despertar un día en una realidad nada deseable.

Conocí la verdadera DESESPERACION.
Doy gracias a My Sweet Lord porque los eventos acontecidos en días pasados no han conducido a un callejón sin puertas.
Cada acción puede regresar en la forma de un filoso bumerang.
Igual ocurre con la no acción por desconfiar en la intuición.
Lección aprendida.
He tomado nota.