Hace tres años me aventé (o me aventaron) a estudiar Psicología.
Los motivos, varios... la Psicología siempre había llamado mi atención y otro fue la urgente necesidad de ese momento de mi vida de hacer algo más interesante que ver a "Oprah" por las tardes o algo menos inútil que visitar el centro comercial con la tarjeta de crédito a la
mano al salir de la oficina.
Al principio me inscribí a sólo una de las cinco materias que conforman un cuatrimestre.
Me encantó, me sedujo, me convenció.
Poco a poco fui sumergiéndome
en el fascinante mundo del comportamiento humano, sus razones, motivos, los
porqués o para qué de sus reacciones.
Ahora estudio esta carrera por amor al
arte.
Realizo los trabajos escolares con pasión
y dedicación casi maternal. Las que son madres comprenderán entonces con cuánto
amor y devoción me entrego.
La calificación es sólo un vehículo, lo verdaderamente importante, motivador y enriquecedor es el conocimiento que me llega a través
de profesores, maestras, libros y libros y más libros, artículos y conversaciones con mis compañeros.
No sé si algún día ejerceré la
psicología clínica, pero aquí y ahora sí tengo la certeza de la responsabilidad
inconmensurable que implica trabajar con las emociones y sentimientos del ser humano.
El sábado compartí en la muestra
académica de la escuela mi visión prospectiva sobre el rol del psicólogo en mi
país.
Hoy comparto contigo mi pensamiento
sobre este tema…
"Dentro de un futuro cercano, México requerirá
psicólogos que no solamente sepan ser empáticos y comprensivos con las personas, que no
solamente conozcan las técnicas para intervenir en la solución de problemas
individuales, de pareja, de familia o de grupos.
Nuestro país necesitará profesionales
que conozcan más allá de la psicología del Mexicano, saber cómo lo afecta el
contexto social en el que vive.
El futuro no sólo de México, sino del
mundo, es hoy más incierto que nunca. Se vislumbran avances tecnológicamente
más sofisticados... internet, autopistas de la información, la aldea global,
satélites, teléfonos móviles, Ipads, Ipods...
Este es un mundo cada vez más competitivo,
desgastante e intolerante, de trabajo perpetuo y consumo robotizado.
Será indispensable contar con Psicólogos
capaces de resolver a nivel conceptual y práctico los dilemas de la realidad
social que tendrán lugar a corto, mediano o largo plazo, eso
depende del lugar donde los estudiantes estemos parados en la actualidad.
Se avecinan nuevos y/o más encarnizados
conflictos para quienes habitamos en México, situaciones presentes en la
sociedad actual agregarán complejidad a la ya de por sí compleja tarea del Psicólogo.
Es nuestra responsabilidad equiparnos con
las herramientas adecuadas para resolver dificultades emocionales y marcado
sentimiento de aislamiento, soledad y vulnerabilidad que aquejará a las víctimas
de conflictos generados por sucesivas crisis económicas, desempleo, capitalismo
salvaje, inseguridad incrementada, violencia social e intrafamiliar, narcotráfico,
desigualdad social en oportunidades para la educación, la cultura y empleos
bien remunerados.
El concepto de familia nuclear se está
transformando a patrón de familias mixtas o compuestas, entran en escena
familias multiparentales; el divorcio es cotidiano, se conforman parejas que
llegan con hijos… son los tuyos, los míos y los nuestros; las madres y padres
solteros comienzan a ser la regla, no la excepción. Dentro de algunos años, si
no es que ya, los extraños serán los hijos de la fórmula tradicional compuesta
por papá y mamá.
El secuestro se ha vuelto, para nuestro
total infortunio, un lugar común; el asesinato por resistirse a un asalto,
también.
Secuestro y asaltos ocurren no sólo a los
de la clase alta, le sucede a cualquiera, de día o de noche, en su casa o en la
calle, en el trabajo o en el espacio lúdico.
Demandarán terapia psicológica no
solamente aquéllos que no saben lo que quieren en la vida, los que no saben qué
les pasa, los que no controlan impulsos y emociones, los melancólicos o los
deseosos de encontrar la fórmula de la felicidad.
A psicoterapia llegarán individuos de
las nuevas generaciones, con una forma de pensar y actuar producto de un
contexto social en el que los avances tecnológicos suceden a velocidad
vertiginosa, personas provenientes de familias no nucleares, de la convivencia
en una comunidad insegura, donde se guarda todo bajo llave, procedentes de
ciudades, pueblos, comunidades y colonias donde han sido vigilados y cuidados con
medidas extremas por temor a los asaltos; provenientes de hogares en los que quizás
alguien cercano fue víctima de secuestro o alguna otra forma de violencia y
agresión.
Buscarán apoyo psicológico individuos
posiblemente insatisfechos o cansados de luchar por obtener el dinero
suficiente para “ser”, automatizados por el consumismo, con la firme creencia
de que no son nadie si no manejan el auto que anuncian en los comerciales, si
no son dueños de una casa amplia y moderna, si no llevan puesta la ropa de
marca y no poseen los más recientes gadgets que Macintosh ha lanzado al
mercado.
Irán al consultorio del Psicólogo personas
que han comprado el estilo de vida superficial que se vende al mayoreo.
Vendrán a terapia individuos aislados
que probablemente no conocen otra forma de relacionarse más que ésa donde
se pulsan teclas para chatear con un ente virtual detrás de la pantalla.
Tendremos la visita de personas de la Generación
X en los umbrales de la tercera edad, con más dificultades que los baby boomers
para asumir tal hecho.
Los Psicólogos habremos de estar capacitados
para el abordaje de tales problemáticas.
Hoy hemos de cobrar conciencia que las teorías
aprendidas en el aula son producto de la observación del mundo de quienes las
descubrieron en determinado tiempo y espacio.
Reposa en nuestras manos una
responsabilidad inconmensurable, es menester equiparnos con las herramientas
que nos ayuden a enfrentarnos a la incertidumbre de conflictos de un México
cuyo contexto social es y será bastante diferente al de las teorías de los
libros.
Será nuestra labor abordar situaciones
del ser humano cada vez más complejas, las cuales demandarán habilidades y
capacidad para establecer relaciones multidisciplinarias, para resolver
problemas de las personas en su contexto multidimensional (familia, cultura,
emociones, salud, historia personal).
Como estudiantes de psicología es
imperativo asumir la responsabilidad de nuestra formación.
Es preciso servirnos de las teorías
para comprender y ampliar nuestro conocimiento en el estudio del ser humano,
pero con la conciencia y capacidad de saber cómo actuar en el entorno en el que
nos tocará ejercer la profesión.
Si mantenemos una vista miope sobre el
contexto en el cual ejerceremos el papel de Psicólogos, si solamente vemos a
través de la visión de teóricos de antaño, estaremos parados sobre arenas
movedizas.
Eso que llamamos
realidad es producto de nuestras creencias, cogniciones y experiencias…
Los futuros Psicólogos deberemos
entrenarnos en la adecuada interpretación de la realidad del contexto.
Es preciso ser agentes del cambio, con un conocimiento que nos eduque al acercamiento y comprensión de nuestro
principal objeto de estudio, el ser humano, en nuestro caso el Mexicano,
el de las zonas urbanas y rurales, el pobre y el rico, el marginado y el
integrado a la modernidad, el mestizo y el de las etnias, el educado y el
analfabeta".
Y con estas palabras terminó la exposición del equipo de alumnos de la clase de Epistemología y Psicología.
Gracias Marco.
Gracias maestra Alejandra.
2 comentarios:
Hola Lili:
Qué interesante texto, te felicito; quién diría que después de tantos años estudiaras la carrera que yo elegí y qué aparentemente no he ejercido, creo que estudias en la UVM, cierto? la universidad en la que yo estudié. Cómo da vueltas la vida, tú estudiando psicología en la UVM y yo tan lejos de aquel destino que algún día creí que era el mío.
Un fuerte abrazo,
Clau
Hola Claudita!
Ahora sé que nada es real y todo cambia. Hoy tomamos una decisión, mañana hacemos algo diferente. Yo estoy muy feliz estudiando en esta etapa de mi vida una carrera. Ahora soy una estudiante muy diferente a la que fui en mis 20's. En todos sentidos. Ahora yo pago la colegiatura, para empezar. Y tengo un tipo de interés más profundo en la adquisición de los conocimientos. Otra forma de conceptualizar lo que aprendo. Te mando un abrazo hasta allá y agradezco tu comentario a esta nota del diván.
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