lunes, 29 de noviembre de 2010

El Doctor House Sí Existe

¡Te lo juro que sí!

Viví o medio viví porque eso no era vida, durante un mes y medio con mareo, dolor de cabeza, fatiga, falta de concentración y mente nebulosa.

Estos síntomas trajeron consigo depresión, ansiedad, insomnio, apatía y desánimo generalizado.

Me veía incapacitada para seguir adelante con mi vida como había sido hasta antes del 1 de Octubre.

Me sumergí en un abismo de tristeza, entré al laberinto más oscuro, mis demonios internos estaban de pachanga.

Un doctor, otro doctor, este médico o aquél... ninguno le atinaba, me mandaban medicamento para que la sangre irrigara a mi cerebro.

Pensaban que el problema estaba en el oído, posiblemente en mi mente o había sido provocado por el estrés vertiginoso en el cual yo acostumbraba vivir.

La psicoterapeuta estaba de acuerdo en descartar alguna disfunción a nivel fisiológico, pero en su fuero interno su diagnóstico era que mi vértigo había aparecido para que yo hiciera un alto en el camino y revisara asuntos pendientes.

Y por más que yo hablara y hablara con ella, nomás no se me quitaba esa sensación de estar flotando en un barco a la deriva.

Un día, entre lágrimas y ojos hinchados de tanto llorar se me ocurrió ir a Google search y digitar las palabras vértigo por estrés.

Lo primero de la lista fue una clínica llamada MedBalanz, especialistas en vértigo y mareo.

Mi intuición me impulsó a llamar y programar una cita a la brevedad posible. Me la dieron para ir cuatro días después...

Cuatro días que me parecieron siglos...

Y el día llegó... me recibió un doctor muy joven, supongo tiene 32 pero se ve de 26.

Me realizaron varias pruebas para descartar alguna fregadera en el cerebro o en el oído. Me dijo que no había ninguna falla en mi cerebelo, palabras dulces a mi oído tampoco afectado.

Consultorio con alta tecnología, aparatos, pantallas y equipo sofisticado. El doctor vestido casi de mezclilla y tenis, digo casi, porque no estaba así ataviado pero sí bastante casual y sin la bata blanca.

Le atinó al diagnóstico y al tratamiento. A los tres o cuatro días de tomar el coctelito recetado, el maldito mareo se fue derechito a la chingada.

Encontré a un Dr. House que le busca hasta que encuentra el remedio o solución al paciente más desesperado, al caso más complicado, a la enfermedad más rara.

Mi gratitud infinita para ti, Dr. Jorge Madrigal Duval, ha sido maravilloso conocerte.

El tratamiento que me diste me ha regresado a la vida.

www.mareo.com.mx

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena información y muy buen doctor.

Lilia Carrillo dijo...

Para mí es el mejor doctor en la materia. Fue el único de más de una veintena de médicos que me ayudó a quitarme el vértigo.