sábado, 6 de noviembre de 2010

Para ti, Michel

Sólo te conocí en mis ilusiones y sueños, pero te quise como me imagino sólo una madre puede hacerlo.

Nunca pude acunarte en mis brazos y cantarte mis canciones con mi mala entonación.

Me quedé con las ganas de abrazarte y colmarte de besos...

...con la inquietud de mostrarte el mundo, sus vicisitudes, sus exquisiteces.

Te he llevado durante casi trece años en mis recuerdos...

... te he negado, he cerrado los ojos para no sufrir, contenido el llanto para no ahogarme...

Hace un año tuve la certeza de que nunca te conocería...

...y me puse la máscara más sonriente que encontré para no sufrirte, para no añorarte, para no olvidarte, para no recordarte...

Me convertí en una máquina productora de dolor, mi corazón se tornó almacén de lágrimas...

Hoy abro una válvula  y en ese mar de duelo contenido te digo adiós, mi adorado Michel...

...te dejo ir enmedio de esta tristeza abismal...

...siento que se me desgarran las entrañas...

...el corazón se me constriñe...

...pero es momento de aceptar y liberar mi sentimiento tantos años escondido...

En algún otro momento y espacio nos veremos...

...me queda esa esperanza.

No hay comentarios: