miércoles, 29 de septiembre de 2010

Feliz Cumpleaños Valentina

Un Año En El Diván



El Diván de Valentina ha cumplido 1 Año...


Todo comenzó cuando 
se me ocurrió 
escribir notas en el feis y, 
un domingo no cualquiera, Marco me instigó a crear mi blog para dar rienda suelta al montonal de palabras atrapadas en mi siempre ocupada mente.


En un principio llamé a este espacio "Hablando de Valentina" pero no me convenció.


Luego consideré que los divanes van bien con la psicología y "El Diván de Valentina" me sonó perfecto.


A los pocos días me enteré que en Canal 11 había un programa así llamado.


Demasiado tarde supe tal información, ya lo había bautizado así y así se quedó.


Eso sucedió en Septiembre del año pasado...


...notas han ido y venido, confidencias han tenido lugar, secretos guardados han sido sacados del cajón, monólogos se han pronunciado en este diván; asuntos serios, no tan serios, mundanos, banales y triviales han sido comentados; anécdotas, recuerdos y sucesos del presente y del pasado se han comunicado... a veces uno cada día, en ocasiones cada semana o un poquito más, cuando los pensamientos se han ido a otra parte.


Gracias a ti, que has visitado este diván.


Gracias a ti, que me has hecho llegar tus comentarios por aquí, por allá y acullá.


Gracias a ti, que me has dejado unas líneas en este diván, en mi buzón de correo electrónico o en el facebook.


Gracias a ti, que me has platicado en persona, por teléfono, en la fiesta o en la sobremesa lo que piensas sobre algo que leíste en mi diván.


Y bueno, pues aquí seguiré hasta que el cuerpo aguante.


Feliz Cumpleaños Valentina, con todo y tu diván.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un Poco Tarde... la crónica y las fotos del 15 de Septiembre

He estado ligeramente ocupada con el trabajo, la escuela y otros menesteres, por tales motivos hasta el día de hoy comparto contigo la crónica de la parte que yo vi de la celebración del 15 de Septiembre la semana pasada.


Si me conoces sabes bien que a mí este tipo de eventos masivos no me gustan para nada. Detesto los tumultos, odio no poder llevar femeninos y bellos zapatos con tacón, me choca no tener lugar para sentarme... me gusta la comodidad y el glamour.


Nunca había asistido a la ceremonia del grito y este año tampoco estaba dentro de mis planes ir al Zócalo.


Pero Marco sí quería ir... al mero Zócalo... mas eso no fue posible porque cerraron el acceso cuando ya no cupo ni un alfiler.


Pensé entonces que él desistiría... pero no lo hizo... planteó que llegaríamos hasta el Angel...


Y ahí vamos él, su mamá y yo... 


Ni modo que lo dejáramos ir solito...


Para mi total sorpresa no estuvo nada mal. Había muchos policías, personal de  la cruz roja, granaderos y hasta perros pastor alemán cuidando los accesos a Reforma. No te dejaban pasar ni botellas de agua, refrescos, termos o cualquier envase con líquido sospechoso (léase bebida alcohólica), ni con paraguas. 


Por si las flais me puse una gabardina con capucha para no mojarme el cabello alaciado si llovía.


No llovió y lo pasamos bien. Sí había mucha gente y hubo un momento en que me sentí un poco sofocada, sobre todo porque las dos chavitas que estaban a mi lado se les ocurrió era una excelente idea fumar enmedio del tumulto.


Nos tocó escuchar a la Orquesta Filarmónica de las Américas dirigida por Alondra de la Parra. Muy agradable este concierto. 


Luego se presentó un cuate que tocaba música electrónica sumamente ruidosa y distorsionada, contraste marcado con lo que se había escuchado bajo la batuta de Alondra.


Afortunadamente lo bajaron pronto del escenario, siguió Alek Syntek y la Pau bastante tapadita porque está embarazada.


Por la pantalla vimos la ceremonia del grito... al aparecer el presidente algunos de los presentes le llamaron "hulero"... los fresas del espacio VIP comenzaron una porra "Viva México", los del pueblo seguimos esta porra y todo mundo guardó silencio cuando escuchamos la primera campanada.


En ese momento ya no había diferencias. Eramos un conjunto de individuos viendo ondear nuestra bandera. 


Impresionante cómo todos se alinearon.


Y de pronto el Angel se iluminó y el cielo se vistió de colores.


Fue una velada agradable, una experiencia nueva para mí.


Por supuesto que al día siguiente me la pasé viendo películas a medias porque estaba verdaderamente cansada y con mucho sueño por la caminada, por haber estado de pie durante más de cinco horas.


Aquí va la crónica gráfica... bueno, con mis comentarios agregados...




"Autorretrato Nervioso"...esa tarde Marco quería ir al Zócalo... me daba miedo algún incidente, manifestaciones, no sé, que se desatara la violencia.




La familia entera se abandera y sube la escalera para ver mejor




Los vigilantes haciendo bien su chamba




Hasta al niño le pusieron su sombrero




Los de la Policía Federal también vieron el desfile. Y la señora del jorongo sí se puso sus tacones


El Angel se veía majestuoso con ese cielito lindo que se prestó para la foto


A falta de adorno Mexicano, unas orejitas de peluche como de conejita del pleiboi




Los fresas en su rincón VIP, espacio lounge con champán, bien ajuareados, separados del pueblo. Los del pueblo sólo mirábamos cómo se ponían la jarra.


La foto del recuerdo

Orejitas de Mickey Mouse en luz fosforescente... el chiste es ponerse lo que sea para celebrar


¡Viva México, cabrones!



El Angel se vistió de luces




Hermoso




"Autorretrato Malogrado"... cero glamour 










lunes, 20 de septiembre de 2010

Por Amor Al Arte

Alguna vez creí que lo mío era trabajar en los medios de información y para hacer posible tal creencia estudié la licenciatura en Periodismo. Me dediqué un tiempo a las labores de la comunicación, hasta que el destino me trajo felizmente a esta empresa donde llevo solamente 18 años trabajando.


Hace tres años me aventé (o me aventaron) a estudiar Psicología.

Los motivos, varios... la Psicología siempre había llamado mi atención y otro fue la urgente necesidad de ese momento de mi vida de hacer algo más interesante que ver a "Oprah" por las tardes o algo menos inútil que visitar el centro comercial con la tarjeta de crédito a la mano al salir de la oficina.


Al principio me inscribí a sólo una de las cinco materias que conforman un cuatrimestre.

Me encantó, me sedujo, me convenció.

Poco a poco fui sumergiéndome en el fascinante mundo del comportamiento humano, sus razones, motivos, los porqués o para qué de sus reacciones.

Ahora estudio esta carrera por amor al arte.

Realizo los trabajos escolares con pasión y dedicación casi maternal. Las que son madres comprenderán entonces con cuánto amor y devoción me entrego.

La calificación es sólo un vehículo, lo verdaderamente importante, motivador y enriquecedor es el conocimiento que me llega a través de profesores, maestras, libros y libros y más libros, artículos y conversaciones con mis compañeros.

No sé si algún día ejerceré la psicología clínica, pero aquí y ahora sí tengo la certeza de la responsabilidad inconmensurable que implica trabajar con las emociones y sentimientos del ser humano.

El sábado compartí en la muestra académica de la escuela mi visión prospectiva sobre el rol del psicólogo en mi país.

Hoy comparto contigo mi pensamiento sobre este tema…

"Dentro de un futuro cercano, México requerirá psicólogos que no solamente sepan ser empáticos y comprensivos con las personas, que no solamente conozcan las técnicas para intervenir en la solución de problemas individuales, de pareja, de familia o de grupos.

Nuestro país necesitará profesionales que conozcan más allá de la psicología del Mexicano, saber cómo lo afecta el contexto social en el que vive.

El futuro no sólo de México, sino del mundo, es hoy más incierto que nunca. Se vislumbran avances tecnológicamente más sofisticados... internet, autopistas de la información, la aldea global, satélites, teléfonos móviles, Ipads, Ipods...

Este es un mundo cada vez más competitivo, desgastante e intolerante, de trabajo perpetuo y consumo robotizado.

Será indispensable contar con Psicólogos capaces de resolver a nivel conceptual y práctico los dilemas de la realidad social que tendrán lugar a corto, mediano o largo plazo, eso depende del lugar donde los estudiantes estemos parados en la actualidad.

Se avecinan nuevos y/o más encarnizados conflictos para quienes habitamos en México, situaciones presentes en la sociedad actual agregarán complejidad a la ya de por sí compleja tarea del Psicólogo.

Es nuestra responsabilidad equiparnos con las herramientas adecuadas para resolver dificultades emocionales y marcado sentimiento de aislamiento, soledad y vulnerabilidad que aquejará a las víctimas de conflictos generados por sucesivas crisis económicas, desempleo, capitalismo salvaje, inseguridad incrementada, violencia social e intrafamiliar, narcotráfico, desigualdad social en oportunidades para la educación, la cultura y empleos bien remunerados.

El concepto de familia nuclear se está transformando a patrón de familias mixtas o compuestas, entran en escena familias multiparentales; el divorcio es cotidiano, se conforman parejas que llegan con hijos… son los tuyos, los míos y los nuestros; las madres y padres solteros comienzan a ser la regla, no la excepción. Dentro de algunos años, si no es que ya, los extraños serán los hijos de la fórmula tradicional compuesta por papá y mamá.

El secuestro se ha vuelto, para nuestro total infortunio, un lugar común; el asesinato por resistirse a un asalto, también.

Secuestro y asaltos ocurren no sólo a los de la clase alta, le sucede a cualquiera, de día o de noche, en su casa o en la calle, en el trabajo o en el espacio lúdico.

Demandarán terapia psicológica no solamente aquéllos que no saben lo que quieren en la vida, los que no saben qué les pasa, los que no controlan impulsos y emociones, los melancólicos o los deseosos de encontrar la fórmula de la felicidad.

A psicoterapia llegarán individuos de las nuevas generaciones, con una forma de pensar y actuar producto de un contexto social en el que los avances tecnológicos suceden a velocidad vertiginosa, personas provenientes de familias no nucleares, de la convivencia en una comunidad insegura, donde se guarda todo bajo llave, procedentes de ciudades, pueblos, comunidades y colonias donde han sido vigilados y cuidados con medidas extremas por temor a los asaltos; provenientes de hogares en los que quizás alguien cercano fue víctima de secuestro o alguna otra forma de violencia y agresión.

Buscarán apoyo psicológico individuos posiblemente insatisfechos o cansados de luchar por obtener el dinero suficiente para “ser”, automatizados por el consumismo, con la firme creencia de que no son nadie si no manejan el auto que anuncian en los comerciales, si no son dueños de una casa amplia y moderna, si no llevan puesta la ropa de marca y no poseen los más recientes gadgets que Macintosh ha lanzado al mercado.

Irán al consultorio del Psicólogo personas que han comprado el estilo de vida superficial que se vende al mayoreo.

Vendrán a terapia individuos aislados que probablemente no conocen otra forma de relacionarse más que ésa donde se pulsan teclas para chatear con un ente virtual detrás de la pantalla.

Tendremos la visita de personas de la Generación X en los umbrales de la tercera edad, con más dificultades que los baby boomers para asumir tal hecho.

Los Psicólogos habremos de estar capacitados para el abordaje de tales problemáticas.

Hoy hemos de cobrar conciencia que las teorías aprendidas en el aula son producto de la observación del mundo de quienes las descubrieron en determinado tiempo y espacio.

Reposa en nuestras manos una responsabilidad inconmensurable, es menester equiparnos con las herramientas que nos ayuden a enfrentarnos a la incertidumbre de conflictos de un México cuyo contexto social es y será bastante diferente al de las teorías de los libros.

Será nuestra labor abordar situaciones del ser humano cada vez más complejas, las cuales demandarán habilidades y capacidad para establecer relaciones multidisciplinarias, para resolver problemas de las personas en su contexto multidimensional (familia, cultura, emociones, salud, historia personal).

Como estudiantes de psicología es imperativo asumir la responsabilidad de nuestra formación.

Es preciso servirnos de las teorías para comprender y ampliar nuestro conocimiento en el estudio del ser humano, pero con la conciencia y capacidad de saber cómo actuar en el entorno en el que nos tocará ejercer la profesión.

Si mantenemos una vista miope sobre el contexto en el cual ejerceremos el papel de Psicólogos, si solamente vemos a través de la visión de teóricos de antaño, estaremos parados sobre arenas movedizas.

Eso que llamamos realidad es producto de nuestras creencias, cogniciones y experiencias…

Los futuros Psicólogos deberemos entrenarnos en la adecuada interpretación de la realidad del contexto.

Es preciso ser agentes del cambio, con un conocimiento que nos eduque al acercamiento y comprensión de nuestro principal objeto de estudio, el ser humano, en nuestro caso el Mexicano, el de las zonas urbanas y rurales, el pobre y el rico, el marginado y el integrado a la modernidad, el mestizo y el de las etnias, el educado y el analfabeta".

Y con estas palabras terminó la exposición del equipo de alumnos de la clase de Epistemología y Psicología.

Gracias Marco.

Gracias maestra Alejandra.

  


lunes, 13 de septiembre de 2010

Lo Que Yo Pienso Que Tú Piensas Que Yo Pienso








En esta ocasión te platicaré nuevamente sobre la realidad, si acaso se le puede llamar de tal manera.

Los argumentos de hoy y los de la anterior consulta en el diván se basan en un par de ensayos que escribí para la clase de Epistemología y Psicología.

Había "monologuiado" sobre la realidad dependiente del observador, ésa en la cual yo puedo construir mi realidad.

Ahora "monologuiaré" sobre cómo esa realidad mía tan subjetiva se 
puede malinterpretar al transmitirla a mi interlocutor si yo desvirtúo el mensaje mediante la confusión, la desinformación o por mi forma de comunicarla, ya sea a través del lenguaje hablado o del indirecto y averbal.

Averbal es el lenguaje corporal, esas señales inconscientemente emitidas y que un receptor observador bien puede captar o captar a su entender.

Y yo también soy receptora de comunicaciones posiblemente claras, confusas o con pretensiones de manipulación. ¿Cuántos mensajes llegarán a mí desvirtuados por la forma de comunicármelo? ¿O estarán dirigidos con intenciones de hacerme creer en los beneficios de un producto, una idea, una iniciativa, en la veracidad de un informe, de ciertas estadísticas o de tal o cual conferencia magistral ofrecida en un idioma desconocido, traducido por un intérprete que malinterpreta el discurso?

Yo interpreto, tú interpretas, nosotros interpretamos.

Yo pretendo comunicar una idea, el mensaje puede contener significados diferentes según el receptor.

Llevándolo a ejemplos cotidianos, basta con encender la televisión y escuchar a algunos comentaristas de noticieros. Lo inquietante es que muchas personas consideran lo visto y escuchado como la verdad absoluta, porque lo vieron en la tele, lo escucharon en la radio, lo leyeron en Vanidades o lo han “googleado”.

Es casi “palabra de Dios” porque lo dijo Loret de Mola, lo esgrimió la Micha, lo expresó Martha Debayle; es absolutamente verdadero porque
está en wikipedia o así lo confirmó la Valentina : )

Como te había comentado en otra entrada a este diván, se anuncian productos milagrosos para bajar de peso, perder grasa, eliminar la celulitis, mejorar la circulación, nivelar el colesterol, lucir la figura soñada, cápsulas para atraer al sexo opuesto, para ser felices, para dejar de sufrir.

Un día “informan” que tres pescadores mexicanos estuvieron a la deriva en alta mar durante nueve meses y, al ser rescatados, salen en los noticieros todos bronceados, nada desnutridos, ni con la piel ajada por el sol.

Hace algunos años surge el incontrolado rumor del ataque de un animal desconocido al ganado, cabras y pollos. Nace así la leyenda del famoso “chupacabras”. Se esparce la psicosis entre habitantes de pueblos, ranchos y granjas. “La verdad depende de lo que se cree. Una profunda superstición puede crear sus propias demostraciones de realidad” (Watzlawick).

Cierta mañana de Septiembre vemos a través de la pantalla de la televisión cómo se estrella lo que en ese momento no se tiene la seguridad es un avión, en una de las ahora inexistentes Torres Gemelas en Nueva York.

Los locutores del noticiero matutino, Lourdes Ramos y Jorge Berry, no se explican lo sucedido. Plantean una y otra y otra hipótesis, todas basadas en lo visto, o en lo que creen haber visto. Fue un helicóptero, una bomba, una avioneta. No atinan a la noticia objetiva. Se ha creado “la niebla de la confusión, circunstancia particularmente fácil para sucumbir a ciertas sugestiones que aparecen en el instante crítico” (Watzlawick).

“Los modernos cultivadores del lavado de cerebros”, como atinadamente los llama Watzlawick en el prólogo de “Es Real la Realidad”, nos distraen con ciertas formas de violencia psicológica proyectando secuestros, crímenes, descabezados, asaltos, "mocha orejas" y balaceras en el Starbucks de la del Valle.

Pretenden desviar la atención de la crisis económica, el desempleo y la miseria imperante en nuestro país a través de la difusión constante de partidos y crónicas de futbol; los conductores de ciertos programas mañaneros del canal de las Estrellas parece ser no pasaron el examen para obtener la licencia de locución, pero qué tal bailan y expresan, o mas bien gritan y se arrebatan el micrófono para decir meros sinsentidos.

Los tres campos de la vida y de la actividad humana son manipulados: la acción, el pensamiento y el sentimiento.

La acción se reduce a sentarse robotizadamente frente al televisor.

El pensamiento es invadido por los constructos de quienes realizan los programas televisivos.

Los sentimientos son abordados a través de historias de encuentros y desencuentros lacrimógenos en algunos de los “reality shows” tan tristemente de moda.

En el terreno de las relaciones humanas es típico “lo que yo pienso que él piensa que yo pienso”, premisa de la cual surgen dilemas entre la pareja, con los hijos, con el jefe, con los compañeros de trabajo. 

Se crea y se cree en una forma de comunicación confusa, con información a medias y conducente a conclusiones erróneas.

Al final del libro, Watzlawick aborda un tema que afortunadamente entró a mi vida hace algunos años, a través de la lectura de Wayne Dyer.

El hablaba sobre un tal Osho, para quien el objetivo de cualquier técnica de meditación es  ubicarnos en el aquí y ahora.

Me inquieta el planteamiento de Watzlawick sobre el aquí y ahora: “nuestra más inmediata vivencia de la realidad, el presente, es solamente ese instante infinitamente breve en el que el futuro se convierte en pasado y que, en sí mismo, no tiene duración”.

El transitorio presente, el eterno aquí y ahora de muy corta duración, me consta.

Pese a su brevedad, el presente es lo más tangible, el pasado ya no existe, el futuro es incierto.


Como los místicos, me quiero liberar de las preocupaciones del pasado y del futuro, deseo ubicarme en el eterno aquí y ahora, lugar donde está ocurriendo mi vida...


...y no diré la realidad porque ésta es meramente relativa.

Y a ustedes, mis queridos locutores de la televisión, que les crea su mamá.







lunes, 6 de septiembre de 2010

La Construcción del Universo o Cómo Cada Quién Engendra Su Universo

Considero que es en extremo difícil, mas no imposible, romper con paradigmas, sobre todo cuando han sido creados por nosotros mismos. Estamos impregnados de ellos, nos oponemos a cambiarlos. Por un lado, es muy cómodo estar en zona conocida y, por otro, cómo cambiar lo conocido por algo incierto. Más vale malo conocido que bueno por conocer, nos aferramos al dicho popular.


Nuestras creencias, lo que vemos, cómo percibimos y nos comportamos, son fruto de una historia cuyo comienzo data desde el día en que nacimos… o posiblemente un poco antes de ello… esto último puede ser un nuevo paradigma capaz de intranquilizar a más de un esquema.

¿Cómo escapar a la influencia del entorno donde fuimos educados, del país o países donde crecimos? ¿Cómo olvidar los valores inculcados, si es que hubo tales? ¿Cómo es posible que una persona de convicciones religiosas firmes piense en la posibilidad de obtener lo que desea sin la intervención divina de ángeles o santos? ¿Es posible mirar el mundo a través de ojos distintos a los de mamá o papá? ¿Es plausible la interrelación con los demás de una forma diferente a la marcada por ellos?

En cuanto al concepto de la realidad, siempre creí era aquello que mis ojos ven. Independiente de mí, sin que yo pudiera intervenir en los sucesos.

Respecto a la objetividad de lo que mis ojos ven, en la escuela de Periodismo Carlos Septién García, los profesores frecuentemente hacían hincapié en la importancia de concretarnos a narrar los hechos sin impregnarlos de puntos de vista personales, sólo en editoriales, si acaso, era posible esgrimir comentarios subjetivos.

En mis años de estudios periodísticos, la lectura de “Las Enseñanzas de Don Juan”, de Carlos Castaneda, abrió mis ojos a una nueva dimensión, aprendí en sus escritos que la realidad que los ojos ven puede ser modificada por el peyote, droga cuyos efectos alteran el estado de la conciencia.

Hasta el momento en que escribo estas líneas no he experimentado la realidad a través del consumo del peyote u otro psicotrópico, la realidad para mí ha sido aquélla que mis ojos pueden observar, lo comprobable y tangible.

Pero aquel día que escuché la exposición de la maestra Andrade sobre epistemología, psicología y las dos formas como se puede ver la realidad… y cuando leí “La Construcción del Universo” de Watzlawick y Ceberio, se alteraron mis creencias.

Lo expuesto por la maestra Andrade, debo admitir, cambió mi concepción acerca de la realidad, o por lo menos gestó el ánimo de revisar algunos paradigmas.

La realidad dependiente del observador llama mi atención por la máxima que esgrime que el individuo construye su realidad, es partícipe de lo observado y responsable de aquello que le ocurre. Y más aún, que esa realidad puede ser positiva, con interacciones sanas, dependiendo de la realidad que el observador decida construir.

A través de la lectura de “La Construcción del Universo” comprendí que no hay verdades absolutas porque cada “verdad” parte siempre desde el sistema de creencias del observador.

Aquí y ahora contestaría a aquellos profesores de la Escuela de Periodismo que la objetividad es un concepto prácticamente imposible, la nota periodística invariablemente estará impregnada por la experiencia y creencias del redactor o locutor.

Trasladado al terreno de la Psicología, en el modelo Sistémico, a diferencia de la psicoterapia tradicional, el terapeuta (observador no excluido) y el paciente, su pareja y/o familia (los observados) formarán todos parte del sistema para entender su interacción dinámica y diseñar estrategias adecuadas para reestructurar las relaciones entre ellos.

Cada uno de los integrantes de un núcleo familiar trae consigo su versión de la historia impregnada de atribuciones de significado propias. La tarea del terapeuta sistémico (quien también trae al consultorio sus propias atribuciones), consiste en ayudarlos a redefinir esas historias creando una nueva versión que los ubique en el aquí y ahora, con una forma de  interrelacionarse en la cual cada uno de los miembros se haga responsable de sus actos.

Sucede que cuando describimos la realidad no solamente estamos representando con palabras lo que vemos, sino estamos revelando nuestras creencias, hablamos de la realidad desde el sitio en el cual estamos parados.

Relatamos o inventamos la realidad a través del lenguaje, palabras, sintaxis y semántica aprendidos, el mundo “es” según nuestras construcciones, de acuerdo a nuestras cogniciones y percepciones.

Watzlawick nos retira la venda de los ojos de manera magistral cuando se refiere a la ilusión de la “ilusión” y su conclusión sobre ésta: no hay ilusión, porque hay solamente ilusión.

Yo tengo mi mapa del mundo y tú tienes el tuyo.

Contrastamos nuestros mapas, descubrimos que son diferentes y los catalogamos o calificamos. Sin embargo, ninguno de estos mapas es mejor o es peor. Se trata solamente de diferentes construcciones derivadas de
experiencias vividas, de cogniciones diferentes, creencias aprendidas, percepciones distintas.

El poseedor de cada mapa tiene sus propias construcciones y juicios de valor.

Menudo es el dilema cuando yo quiero que tú veas el mundo de acuerdo a mis propias construcciones y, peor aún, cuando tú te crees poseedor de la verdad absoluta.

Vamos directo al camino de auto-perpetuar la patología y el dolor, diría Watzlawick.

Lo más inquietante es que la mayoría creemos que lo que vemos “es”, sin conocimiento de la existencia de realidades alternativas, tanto las que cada individuo tiene, como las que una misma puede construir.

Así que no es posible hacer cambiar la forma de ser del padre o la madre, o de la pareja, pero sí es posible modificar las percepciones de las historias relacionales, a través de la construcción de una historia alternativa.

El respeto ajeno por mi mapa y mi respeto por el tuyo evitaría muchos dolores.

Dicen que una forma de construir mi realidad es a través de lo que pienso.

Entiendo que para bien o para mal, pues un pensamiento negativo será una profecía autocumplida. Aprendo que las interacciones presentes, aprovechando cada momento intensamente, sin generar incertidumbre sobre el futuro, me labrarán una historia de crecimiento para el día de mañana.

Inquietante es también nuestra tendencia… de acuerdo, MI tendencia a suponer respecto a las acciones de los demás, sobre lo que piensan o sienten.
De tal interacción deviene el caos, los supuestos construyen realidades que confirman tales supuestos.

Si tan sólo preguntara en lugar de suponer, atinada es la recomendación de los autores de este libro.

Y así como mi realidad está impregnada de mi experiencia, percepción, capacidad cognitiva, lenguaje y juicios de valor, descubro que aquello en lo cual yo ponga énfasis, estará acentuado por lo que mi epistemología natural y espontánea me permite ver.

Mi epistemología dará cierta construcción a un hecho observable, esculpirá la forma en que lo describo y cómo lo categorizo.

La realidad que depende del observador es flexible, el sujeto puede cambiar el punto de observación para su realidad. Se reestructura la idea, hay nuevas perspectivas de enfoque sobre la idea: “No cambia el contenido del cuadro, sino sólo su marco, pero cambiando el marco se altera el contenido del mismo cuadro” (G. Nardone y P. Watzlawick, 1992).

Los conflictos en la interrelación entre miembros de la familia o de la pareja se resuelven cuando cada uno de los integrantes asume la responsabilidad de sus actos y deja de colocar el origen de sus conductas o problemas en la actitud del otro.

Cuando cambio el papel de víctima por el de actor participativo en los sucesos, no me quedo con el porqué de mi situación sino con el ¿qué es lo que sucede? (aquí y ahora) con esta situación y cómo puedo cambiar el enfoque para crear una construcción nueva con respecto al problema.

Ahora veo que el ver la realidad como algo que descubro y no como algo que puedo construir me ha llevado a recorrer, de forma recurrente, caminos largos y sinuosos…

Claro, asumir el papel de víctima ha sido menos difícil que aceptar la responsabilidad de mis actitudes y acciones.

Los constructivistas señalan que nada es casual… supongo fue entonces la causalidad la que me condujo a estudiar Psicología.

Me parece que ha llegado el momento de cambiar y romper algunos –o varios- paradigmas.