miércoles, 6 de junio de 2012

Mi Epitafio

El lunes por la noche llegué a mi casa sumamente fatigada.
Al entrar, vi sobre la mesa del comedor un ramo de "Lillies", plantadas en un florero rosa y con un globo en forma de estrella en este mismo tono.
Me acerqué para mirar la tarjeta.
Era una tarjeta blanca, tipo empresarial, en un papel muy fino.
Se leía el nombre completo del remitente, con todo y el Ingeniero, indicativo de su profesión.
La abrí para conocer el contenido del mensaje.
Se trataba de un escueto "Gracias", firmado con las iniciales de los dos nombres de pila del hombre que dejó las flores antes de marcharse.
Mi interpretación sobre este hecho:
"Esto se ha muerto, ahí te dejo estas flores y sobre tu epitafio escribo la palabra Gracias".
Tomé el ramo entre mis manos, pero no lo tiré a la basura, ello sería una ignominia, qué culpa tienen las flores.
Ahora el ramo adorna mi cocina.
Ayer y hoy por la mañana las lillies me han saludado.
La tarjeta, con mi epitafio escrito, decidí hacerla mil cachitos, tantos como los pedacitos de mi corazón que ando recogiendo por aquí y por allá.

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