martes, 26 de junio de 2012

Entrega Total

Como Dante, he descendido a la divina comedia, pero a la divina comedia de la entrega total y absoluta.
Confiada, sin miedo, inconsciente, sin censura, ciega y loca por sentir.
Jamás me había permitido ese umbral cruzar.
Nunca.
Ya sospechaba que una vez del otro lado difícil me sería regresar.
Me perdería. No sabría cómo encontrar el camino hacia atrás.
No obstante, me dejé arrastrar por mis impulsos.
Crucé lagos, ríos y mares de oleadas suaves y tempestuosas que me inundaron por completo. 
Ni una parte de mí se privó de conocer de estas aguas.
Universo y Osho mío, yo les pregunto ahora: ¿cómo retorno a este mundo tras haber conocido el Nirvana?
Allá no existe el tiempo ni el espacio. Allá es sólo un gran espacio sin color ni olor, impregnado de mis sensaciones.
Los pensamientos cesan. Las palabras sobran. Ni escribir se puede cuando voy ahí.
Ahora cruzo por lagos, ríos y mares que salen de mis ojos...
torrencialmente...
incesantemente...
dolorosamente...
calladamente...




No hay comentarios: