martes, 18 de mayo de 2010

Querido Freud...

Lo de hoy es la intolerancia a la lactosa, sacarosa, fructosa, galactosa y quién sabe cuántas cosas más que los laboratorios farmacéuticos promueven o hasta inventan para elevar sus ventas.


Lamentablemente la intolerancia no se reduce a inventos de laboratorio. Un mal moderno que ha llegado, espero no para quedarse, se llama intolerancia a la frustración.

Mi querido Freud, todo podría indicar que en la sociedad actual muchos no tenemos un “Yo” fuerte y organizado o bien un aparato psíquico a prueba de microbuseros, o de los que se meten en la fila del super, banco o salidas del periférico; a prueba de aquéllos que atropellan a cuanto cristiano camine frente a ellos y ni siquiera un “eskius me” o “perdone usted”, como sí esgrimen algunos gringos cuando estorban el paso y ni siquiera un roce ha ocurrido.

Mi querido Sigmund, si vieras lo que a veces nos toca ver en calles de la zona metropolitana, segurito irías corriendo a psicoanalizarte… señoras bodegonas (plagio la palabra de mi prima Claus) que se bajan de su miniván mentando madres, dispuestas a deschongarse con la otra señora bodegona, también en miniván…

…si vieras a las que juran que la calle es suya y tienen la creencia de que las luces intermitentes les dan permiso de pararse donde sea, que los demás pasen por donde puedan, total, es su problema…

…si escucharas cómo algunos conductores, sobre todo los que manejan las llamadas “estaquitas”, le mandan saludos a nuestras progenitoras, confirmarías algunas de tus teorías…

(Nota: haz una encuesta, verás que los más nefastos conductores traen una estaquitas).

…mi querido padre del psicoanálisis, si pudieras ser testigo de cómo se atropellan los derechos humanos en la sociedad en que vivimos… si regresaras del más allá y observaras la neurosis (ahora llamada ansiedad)que prevalece no sé si por los tiempos, horarios, prisas o miedo… segurito comprenderías cuán difícil resulta en esta época coexistir en paz y armonía, sabrías el reto que implica tener y mantener un alto nivel de tolerancia a la frustración.

Mi querido Freud, quiero decirte que por lo que estamos viendo en el aquí y el ahora, ya no sólo se trata de deseos, proyectos o ilusiones incumplidos, ni de demandas pulsionales insatisfechas.

Tampoco sugiero que nos basemos solamente en el principio del placer y todo en esta vida sea pura gratificación, pero me parece que nos estamos yendo hacia el extremo opuesto ubicado en el principio de la realidad, lo cual implica que la frustración podría llegar a ser algo permanente.

Hay que bajarle, detenernos, pensar, reflexionar…

La intolerancia latente es igual a agresividad, enfado, violencia, tristeza, pesimismo, temor y desmotivación…

...¿te suena familiar?...

Hay que bajarle, detenernos, pensar, reflexionar…

¿Cómo lo ves tú, mi querido Freud?

2 comentarios:

Mauricio dijo...

Hola Valentina:

No había visto tu Blog y me encantaron varios... El del CD de María José está muy bueno... de verdad que al final de tu narración me dio risa. Te imagino cantando en el coche... Me imagino a los demás viéndote... Muy bueno.

¿Sabes?, te acompaño con lo que narras cuando vamos manejando... de verdad me sale mi otro yo... (por este tema del tráfico empecé en el yoga y en las cosas en las que estoy).

Lo que escribes sobre poner las intermitentes y sentirme que la calle es mía... wowwww eso pasa todos los días y es frustrante... sobre todo ver que a 20 metros hay lugar para estacionarse... pero la flojera de caminar es primero...

Me gustan tus escritos pues son naturales y coloquiales:
"si vieras a las que juran que la calle es suya y tienen la creencia de que las luces intermitentes les dan permiso de pararse donde sea, que los demás pasen por donde puedan, total, es su problema…"

Te felicito por ser tú ya que ahora hasta eso hemos perdido... nos da miedo ser nosotros y veo que tú eres tú y eso es difícil estos días.

Bueno, ahora sí, bye.

Mauricio

Valentina dijo...

Hola Mauri, muchas gracias por tus comentarios. Me gusta recibir retroalimentaición sobre mis escritos.

Es difícil ser auténticos... da miedo... pero en este diván me he lanzado... bueno, firmo con mi seudónimo pero todo mundo sabe que se trata de mí... es mi alter ego : )

Gracias de verdad por leerme y por comentar.