martes, 26 de abril de 2011

Indignada Por Mi Cobardía

Estoy enojada conmigo misma.

Indignada por mi cobardía.

Muy pusilánime fui esta mañana.

Permití se practicase una ignominia contra mi querida Kana.

La llevé al veterinario para revisión por la cirugía que le hicieran la semana pasada.

Se había retirado tres puntos y abierto ligeramente la herida en su lomito.

La veterinaria consideró prudente no aplicarle anestesia.

Argumentó que la anestesia le provocaría ardor.

El veterinario sujetó a Kana y acarició su cabecita mientras la veterinaria le cosía tres puntadas sobre su lomito.

La perrita me miraba con desconcierto.

Y yo le hablaba cariñosamente, intentando consolarla en vano.

Sólo una vez se quejó.

Es una perra soberana pero sobre todo es valiente.

Y yo fui muy cobarde por no exigir la anestesiaran.

Me tragué el cuento de que los perritos son bien aguantadores.

Vamos a coserles las nalgas a los dos veterinarios.

Y sin anestesia.

A ver si se mantienen tan estoicos como mi Kana hermosa, quien ahora descansa debajo de mi escritorio esperando la hora de salida.

La perrita descansando

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