jueves, 24 de febrero de 2011

Sin Pena Ajena

No había persona alguna en la sala de espera para abordar el ferry que nos llevaría de Dover a Calais.

Creí nos habíamos equivocado de terminal o que seríamos los únicos en ser transportados por el Canal de la Mancha.

El hombre del mostrador aclaró mi falsa creencia, estábamos en el sitio correcto.

Entró una pareja con sus niños. Después arribó un hombre joven.

Imperaba el silencio y la quietud.

Y de repente el espacio se vio invadido por marabunta.

Marabunta era un grupo de aproximadamente cincuenta adolescentes y su maestra.

Nos vimos rodeados de niñas mascando chicle, echándose el cabello para atrás mientras miraban no tan de reojo al hombre joven (nota informativa: lo de tocarse o jugar con el cabello es el lenguaje corporal que indica "tú me gustas").


El sitio se vio cubierto por pubertas escandalosas, ansiosas por llamar la atención, riendo a todo pulmón, sin llevar una conversación fluida, sólo frases cortas, como "qué onda wey", "pus nada, tú qué onda", "la que me tires" y otras por el estilo.

Las chicas bonitillas por un lado, los chicos, en absoluto guapos, más bien barrosos, despeinados y desgarbados, por su lado.

Algunas parejitas de manita sudada, otras besuqueándose sin pena ajena, como esa pena que se impone cuando entra en escena la etapa adulta.

Adolescentes franceses con sus back packs y bolsas de shopping.

Niños y niñas de lenguaje florido y cero modales.

Me hicieron recordar mi propia aborrescencia, perdón, adolescencia.

Me hicieron ver que los "teens" se comportan como tal aquí, en Francia, en Inglaterra y en Timbuctú.

Me hicieron ver que yo también, alguna vez, sin importarme quién, cómo, cuándo, dónde ni cuánto me reí a carcajadas con mis amigas, me vestí para llamar la atención, me fui de pinta a comer molletes, fumé como chacuaco a las siete de la mañana en la prepa y anduve de manita sudada o me *besukié con el novio sin pena ajena hasta que me llegó esto de la adultez.

*como lo escriben los adolescentes en sus mensajitos por el celular o por email.


Y hablando de besos, esta fotografía siempre me ha gustado, el beso entre dos adultos y sin pena ajena

El beso bajo la lluvia en "Breakfast at Tiffany's"


El famosísimo beso de la película "Ghost"


Cat enmedio de los enamorados en "Breakfast at Tiffany's", una de mis películas favoritas

Bueno, la escena final de "An Officer and a Gentlemen" me hace chillar de emoción, cuando él va y saca en brazos a su amada de la fábrica donde ella trabaja


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