lunes, 16 de agosto de 2010

Mis Deseos Se Vieron Reprimidos

Cualquier lugar era escudriñado por mi vista con la esperanza de encontrarla.

Miraba a la distancia, me acercaba, me ponía las gafas para ver de lejos, luego las de ver de cerca, entraba si creía haberla visto, me salía triste al no hallarla.

Había ido a los lugares indicados, a los no imaginados, a los insospechados y hasta a los menos probables.

Estuve a punto de darme por vencida, aunque difícilmente tiro la toalla.

Me armé de paciencia y me dije a mí misma: "Mi misma, llegará solita, entre menos busques más fácil la encontrarás".

En eso andaba cuando de repente la vi... pero no era una... eran muchas... allí, allá y acullá.

Hacia donde dirigiera mi vista encontraba no sólo la imaginada en mis sueños, sino decenas de opciones más.

Me sentí casi en el paraíso.

Continué caminando entre tanta belleza, no sabía cuál ver primero, todas eran encantadoras, era una realidad mi sueño largamente acariciado.

Y de pronto la vi.

Hermosa, encantadora, preciosa, ningún adjetivo le hace justicia a su belleza. Me quedé sin palabras.

Me acerqué a ella sumida en un profundo trance, mesmerizada por su perfección.

La tomé entre mis manos, experimenté su ligereza y suavidad, corroboré era del tamaño ideal para mí, quise poseerla de inmediato...

...bajé la vista a su etiqueta y primero salíó de mí petite persona un escandaloso "¿¿¿Qué???", seguido de un estruendoso "¡Están bien pendejos!" que rompió el silencio casi sepulcral imperante en la vacía tienda departamental.

La bolsa negra, o más bien el oscuro objeto del deseo de la casa Versace podría irse conmigo por la modesta suma de 18 mil pesos, rebaja del 50% ya aplicada en la etiqueta.

Me encontraba en Saks Fifth Avenue México, bueno yo, además de mis dos amigas y los chorrocientos mil vendedores, demostradoras y vigilantes que te siguen con la vista fija, no vaya a ser que se te pegue algo.

Pasillos vacíos de clientas, aparadores repletos de outfits, bolsas, zapatillas y botas de pasarela a precios ridículos, absurdos, surrealistas, no sólo para un alto porcentaje de la población de mi país, sino de cualquier parte del mundo.

De acuerdo, hay quienes sí pagan esos precios, pueden hacerlo, el dinero no es problema, pero a mí se me hace un INSULTO.

¿Sabrán los administradores, socios o dueños de esta tienda cuántas personas no ganan en un año lo que cuesta ahí un pinche par de zapatos?, ¿tienen una remota idea de cuánto es un sueldo mínimo en México?, ¿se dan cuenta que sus empleados ganan poco?, ¿están conscientes de las dificultades económicas que pasa un padre de familia para solventar los gastos de su casa?, ¿saben que sus precios son una grosería?

Supongo que no y que tampoco les importa.

Y bueno, puse cuidadosamente el objeto del deseo sobre la repisa y mi superyó ayudome a aplacar mis pulsiones agresivas que se alocaron al verse reprimido mi deseo : ) ...

Ale 1, Ale 2 y yo recorrimos toda la tienda como niñas en Disneylandia. Subimos y bajamos por la escaleras eléctricas, pasamos junto a los chocolates en forma de figuras peculiares, anduvimos y caminamos por todos los departamentos de la tienda que era nuestra, de ninguna otra clienta más.

Y cuando fue menester visitar el WC, supongo que pusimos cara de andamos perdidas y, como si nuestros deseos fueran órdenes, uno de los tantos vendedores ataviado con su traje oscuro, preguntó en qué nos podía servir.

Nos dio "retiarta" pena (bueno a mí sí) informar a tan gentil hombre nuestras intenciones y alguna de nosotras contestó: "Gracias, estamos viendo".

Me parece que faltó agregar: "Gracias, sólo estamos viendo, ¿podría indicarme dónde están los baños por favor?, con estos precios hasta mi panza se enfermó".

Total que encontramos el baño... un lugar espacioso, todo blanco, alumbradísimo, con espejos en todas las paredes, vacío, con sillones de piel, limpio y sin olores raros como los de Liverpool.

Nos tomamos unas fotos en tan pulcra sala tapizada de espejos... nos divertimos como niñas... nos reímos como siempre que tenemos oportunidad de vernos.

Postearé las fotos en cuanto Ale 2 me las envíe.

P.D. - sigo en busca de una bolsa negra... a precio decente, por favor.









6 comentarios:

Mauricio dijo...

Ahora sí que me hiciste reír con lo de las fotos en el baño... Me lo fui imaginando y pues claro que merecían unas fotos... Ni modo, a seguir buscando la bolsa...

Un abrazo,

Ing. Angel Mauricio
Terapeuta Holístico Integral
Master Reiki

Valentina dijo...

Fue de risa loca : )

Gracias por tu comentario Mauri.

Alexia dijo...

Qué risa Lily, creo que somos de las pocas mujeres que salen verdaderamente ofendidas de esa tienda. Se merecían que ensuciáramos sus baños, por decirlo de manera decente.

Alexia dijo...

Ah!! y me declaro a favor del consumismo: con su mismo vestido, con su mismo bolso, con su mismo pantalón...

Alexia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Valentina dijo...

Se merecen eso y más, es verdaderamente un insulto y asqueroso que tengan esos precios.
Gracias por visitar el diván Ale 1 o Alexia.