Anduve un tiempo de viaje, como aquellas mujeres de los años 50´s que empacaban sus tiliches y se iban durante largo tiempo para curar la melancolía.
Visité lugares de aromas diversos, climas extraños para mí, paisajes desconocidos algunos, otros parecidos a lo cotidiano.
Vi y conocí personas de todos los tipos, colores, estaturas y complexiones.
Gente de pensamientos, ideologías, usos y costumbres propios y extraños.
Mis ojos contemplaron, soñaron, añoraron, valoraron, imaginaron, se maravillaron y también lloraron, de alegría, emoción... e impotencia en uno de tantos de esos días.
Degusté todo tipo de manjares, dulces, panes, pastelillos, chocolates y viandas mas no los vinos y licores por prescripción médica.
Sentí mi caminar sobre la nieve, hojas esparcidas, lluvia, lodo y calles adoquinadas.
Experimenté emociones indecibles al escuchar en vivo la novena sinfonía de Beethoven, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Hamburgo. Esa noche del 1 de Enero de 2011 mis ojos lloraron de emoción.
Conocí mujeres admirables... ellas luchan solas en la vida.
Fui testigo de los dilemas socioeconómicos que han arribado, se han intensificado, prevalecen y difícilmente serán controlados en países del Grupo de los Ocho, el cual reúne a las potencias industrializadas más importantes del planeta.
Vengo cargada de innumerables anécdotas, historias, aventuras y desventuras que te iré contando poco a poco.
Mientras tanto, te mando un abrazo desde la Ciudad más grande del mundo, ahora convencida es mi Ciudad favorita, la Ciudad de México.
Espero que 2011 nos trate bien.
| Hamburgo desde mi ventana |
| Caminando por Hamburgo |
| Un copo de nieve sobre mi nariz |
| La Kana sobre la nieve... |
| El Castillo de Edimburgo |
| La Casa de Dunbar, ya te contaré esta historia |
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