jueves, 23 de febrero de 2012

Experiencia Para Los Sentidos

El fin de semana pasado celebré mi cumpleaños número 47 en Cholula, en el Estado de Puebla.
Mis expectativas sobre cuánto me agradaría San Pedro eran bastante bajas, debo confesar.
Esperaba el típico zócalo, con restaurantes de mediano nivel gastronómico, alguna que otra tienda de artesanías y una zona arqueológica olvidada.
Y efectivamente el pueblito cuenta con algunas de estas características, pero tiene algo más que el típico zócalo con restaurantes de mediano nivel gastronómico y alguna que otra tienda de artesanías.
La zona arqueológica es digna de ser visitada.
Cúspide de la Gran Pirámide
Acontecimientos históricos relevantes ocurrieron en Cholula.
Nada tontos los conquistadores.
Se dieron cuenta de la tierra fecunda del lugar, del clima agradable y de los majestuosos volcanes que decoran el paisaje.
Y, por supuesto, sabían sería fácil vencer a los lugareños, quienes no contaban con su pesada artillería.
Destruyeron los antiguos templos sagrados donde se veneraban a los dioses para obtener lluvia y la cosecha de maíz.
En su lugar erigieron iglesias, templos y capillas monumentales. Se siente una pequeñita mirando hacia arriba desde afuera y desde adentro.
Estos personajes que llegaron a caballo impusieron una nueva religión.
En la cúspide de la gran pirámide construyeron la iglesia de la Virgen de los Remedios.
No obstante los hechos así ocurridos, los Cholultecas conservan sus ritos y tradiciones, entremezclados con los de la fe católica.
Se respira un aire místico que une lo pagano con lo metafísico y toma de la mano a lo religioso.
Es en la iglesia de Tonanzintla donde este sincretismo religioso es contundente.
Sendas caritas, que bien pueden ser ángeles o demonios, observan desde el lugar que ocupan en el templo. Están también el sol y la luna. El Dios del maíz y el Dios de los católicos. Hay frutas y toda clase de figurillas incrustadas en sus paredes.
Difícil adivinar a quién se venera en ese recinto.
Pueblo de brujos, dicen algunos; del demonio dirían los conquistadores; de Cholultecas que defienden sus creencias, diría yo.
El modernismo también ha llegado a Cholula.
Es menester comer en el Ocho 30, ubicado en el zócalo de San Andrés, a unas cuantas cuadras de San Pedro.
De decorado kitsch, atendido por las hijas de los dueños, el chef es novio de una de ellas.
El peculiar lugar ofrece un menú sui generis.
Hay desde una crepa de Roast Beef hasta una sopa de cebolla con sabor a orégano.

Para los melómanos, Jazzatlán es el lugar. Un pequeño local cuyo escenario se parece al del Zinco, ofrece espectáculos en vivo.
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Te recomiendo tomar una Guinness a mi salud y degustes una pizza Margarita o una de pera con queso Brie. Las preparan a la leña. Son una delicia.
Si te gusta lo mexicano, hay artesanía fina y económica en la calle principal. También hay un tianguis justo al pie de la pirámide.
Adquirí tres carpetas rectangulares bordadas a mano, con figuras de conejos, aves y flores de colores vistosos.
Por supuesto no se utilizarán como camino de mesa. Serán enmarcadas para presumir  su belleza y colorido en alguna de las blancas paredes de la casa.
Si te gusta Starbucks, no vayas a Cholula.
Hay una cafetería, llamada Vatalá, en la que te sirven bebidas exóticas de chocolate, tisanas y todo tipo de cafés.
Los postres son una delicia.
La cafetería es de atmósfera acogedora, en tonos cálidos, sus sillones son todos diferentes y sumamente cómodos. Se escucha música ambiental agradable y personas amables te reciben como si llegaras a su casa.
Vatalá Coffee Shop
Son empresarios jóvenes cuya visión se ha trasladado a los pueblos mágicos de mi país.
En Cholula viví la experiencia gastronómica, musical y cultural.
En La Quinta Luna, hotel Boutique de 6 habitaciones, te ofrecen el desayuno en el patio con fuente, flores, plantas y música de Vivaldi.

El tercer sábado de cada dos meses ofrecen conciertos de música de cámara en el restaurante, cuyo techo conserva las vigas de madera del s. XVII.

Visita Cholula, sobre todo si eres amante de la buena comida, ricas bebidas, música y la historia detrás de un pueblo.






4 comentarios:

Anonymous dijo...

¿¿¿¿¿?????
¿47, Valentina? ¡Pareces de 35! ¿Cómo le haces? Saludos y excelente opción para celebrar tu cumple. Qué buenas fotos.
Gracias por las recomendaciones y por la narración de tus vivencias.
¡Saludos!

Lilia Carrillo dijo...

¿35? ¿Cómo?
Es broma.
Muchas gracias.
Visita Cholula en cuanto tengas oportunidad, no te arrepentirás.
Saludos.

Héctor dijo...

Me alegra mucho que hayas recibido tan grata sorpresa de cumpleaños. Me encanta tu estilo de narración, es como estar ahí. Deberías ofrecerle esto a la entidad de Turismo del Estado, seguro llegarían más visitantes a la ciudad.
:)

Lilia Carrillo dijo...

Hola Héctor, gracias por tus palabras y por visitar mi Diván. Hace mucho tiempo colaboré en una revista de Turismo... ya me retiré de esos menesteres... Te mando un abrazo.