Lo Bueno de ser la Tía Hello Kitty

Hoy te voy a contar el lado amable de ser como la tía Hello Kitty, como dice mi prima Ceci soy yo para mi sobrina Ximena.

Cuando miras la vida a través de micas rosadas aprecias cualquier detalle de la vida, desde el más sencillo al más complejo... como ésos que requieren que tu ser se encuentre totalmente presente en el lugar y en el momento.



Con gafas Hepburnianas de armazón rosa contemplas la belleza del paisaje en la sierra Tarahumara; las olas del mar picado, el mar sereno, el mar invitante; el arcoiris doble que se formó hace algunos meses cerca de tu escuela; los volcanes copados de nieve en tu camino hacia Guerrero; los colores sobre el escenario cuando Peter Gabriel canta "Solsbury Hill" y recuerdas la primera vez que escuchaste esta canción que te hizo llorar de emoción; el atardecer en una tarde no de verano; el amanecer en un primer día del año; las orquídeas blancas cuyo centro parece un exótico insecto.

Con anteojos del color de la pantera rosa te llenas de gozo con los detalles cotidianos... el aroma del café de las mañanas, su sabor cuando lo tomas; la carita de la Kana cuando te despiertas, el gusto que le da su premio matutino; el perfume del sándalo cuando prendes el incienso, el olor que queda impregnado en ropa y mobiliario; los ojos color café del hombre guapo que te dice buenos días cada día, platicar con él durante el desayuno; la mordida furtiva al pay de mango sobre la barra de la cocina, compartirle un pedacito a la can.

Con lentes de sol de micas rosas caminas por la vida apreciando profundamente y absolutamente todo lo que más te gusta... los autores y sus libros; los cantantes y su música; los pintores y sus obras; los fotógrafos y las impresiones de sus cámaras; los directores y sus películas; la escuela y la psicología; el mar y sus playas; las personas valiosas y sus aportaciones a mi existencia.

...viéndolo bien, mirar la vida a través de estos lentes rosas no siempre es un desacierto...

...y eso me llena el corazón.