Hoy es el día de la Marina, pero no me refiero, en absoluto, al Día de la Marina que hoy se conmemora en México, sino a una querida amiga cuyo nombre debe a la fecha en que nació, y a su padre, quien trabajó en tal institución.
A ella la conocí hace ya algunos días, cuando ella tenía poquitos años más que los que yo tengo aquí y ahora.
La primera impresión nunca se olvida, por lo menos no a mí.
Estaba yo esperando entrar a la primera entrevista con el Gerente de Recursos Humanos de Hallmark de México cuando la vi pasar. Una señora impecablemente arreglada, con estilo, guapa y distinguida, así fue como la vieron mis ojos de mujer en formación.
Más tarde descubrí que más allá de la fachada hermosa había en el interior una persona íntegra en toda la extensión de la palabra, aunque suene esto a un vulgar lugar común.
Integridad es el término que me viene a la mente para definir a esta sabia mujer que siempre tiene la palabra precisa, el oído atento, el conocimiento de la vida, la experiencia del camino recorrido, la paciencia que te llega con el tiempo, el corazón para comprender a los humanos.
Ella, al igual que mi madre, no es un roble, es como las ramas de bambú que no se quiebran, se mecen hacia donde sople el viento. Palabras que aprendí de ella, ¿de quíén más?
Su signo no es de agua pero su nombre sí lo es; de azul se viste a veces, color que le va muy bien. Le gusta usar "Light Blue" de D&G y usa su alquimia para regresar al rojo los corazones cuando se sienten "blue".
Recuerdo que siempre quise ser como ella... independiente, emprendedora, inteligente, viajera, elegante, comprensiva, íntegra, buena persona.
Sobra decir aquí cuánto la quiero pero de todas formas lo haré.
Te quiero mucho Marina Migoni, con todo mi corazón.
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