martes, 20 de julio de 2010

¿Alguien Me Puede Ayudar?

 ¿En algún lugar venden, reparten, regalan o rematan la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar? ¿Dónde me formo? ¿En qué sitio se localiza la fila? ¿Acaso hay cola para obtener la fórmula de la aceptación serena a lo que se sale de mi alcance, de mi ámbito de influencia, de mi posibilidad de hacer algo para mediar y negociar un acuerdo decente que beneficie a las dos partes?

¿Cómo puedo hacer para tranquilizar la reacción fisiológica que experimento ante esta frustración? ¿Por qué me duelen los dientes y encías? ¿Hay un remedio inyectable para el bajón de energía resultado de tales decisiones injustas y unilaterales? ¿Quienes toman estas decisiones piensan acaso en los demás? ¿Les importa? ¿Les preocupa? ¿Les desvela? ¿Les agobia? ¿Lo somatizan o lo refunden en el fondo de su podrido inconsciente?

¿Estarán conscientes del precio a pagar? ¿Habrá un Dios, un Osho, un Dyer o un Belcebú que los ayude a reflexionar? ¿Se darán cuenta de sus acciones? ¿De las consecuencias? ¿De lo ruines que son? ¿De su vileza?

Definitivamente no lo creo, pero sí espero un día les llegue la factura. No se vale que nos traten de esta forma... es un robo en despoblado, como dice mi mamá cuando algo le parece desmesuradamente injusto.

2 comentarios:

Claudia E. dijo...

Hola Lili:

No me queda muy claro si hablas de la injusta política y desigual en México o de problemas en tu trabajo, lo que sí comparto contigo es esa impotencia, frustración y coraje que siempre he sentido ante la injusticia, a veces quisiera ser como esa gente que va por la vida sumida en la inconsciencia, ignorancia o indiferencia total y entonces supongo que no sufre ni se acongoja.

Un beso
Clau

Valentina dijo...

Hola Clau!
La frustración que describo aquí se puede trasladar a muchos contextos. Afortunadamente no me afectó en el terreno personal, pero sí es algo que interfiere en el plano laboral.
Como dice Gaby Sainz, debemos aprender a coexistir con personas así sin permitir que nos afecte.
Creo que difícilmente dejarán de existir personas abusivas.

Te mando un abrazo hasta allá.