jueves, 26 de enero de 2012

Ojos Piscianos

Alguna vez te conté que me he vuelto muy llorona o muy sensible, lo cual suena más lindo.
Bueno, pues ahora lloro exageradamente más.
Mis ojos se han vuelto manantial inagotable.
Las lágrimas brotan sin más.
Ante palabras dulces dirigidas a mi persona,
debido a eventos devastadores sucedidos a propios o extraños,
frente a pequeñeces y cotidianidades que me emocionan al grado de llorar.
Tengo la mirada cristalina,
no la borra ni la Solutina.

                                                                              Mis ojos son acuosos, como los son los de las Piscis.
Mis ojos son ríos caudalosos,como son los de las Piscis.
¿Y te digo algo más?
No me importa llorar a llave abierta.
Abrazo y acepto esta faceta mía tan sensible, perceptiva y "frágil".
Y digo "frágil" porque tal sensibilidad ha descubierto canales para mí antes desconocidos o inadvertidos.
Ahora percibo las frecuencias de otros,
tanto las bajas como las rebosantes de energía.
Ello me permite conocer mejor a quien tengo frente a mí.
En el plano amistoso, en el amoroso y hasta en el profesional.


4 comentarios:

Héctor García dijo...

Dicen que después de llorar los ojos se limpian y vemos con más claridad. Pareciera que es tu caso.

Lilia Carrillo dijo...

Lloro cuando tengo ganas de llorar. Lloro porque lloro. Lloro junto al río, frente al mar, ante la belleza del atardecer, cuando me duele y cuando no, también. Saludos Héctor.

Anonymous dijo...

:( Sólo espero que no sea el reflejo de lo que decía alguna canción de un grupo muy criticado, "Mana", no recuerdo el nombre, pero era similar a esto: "te lloré todo un río... y ahora..."
Es bueno llorar y ser sensible.
Ahora es tiempo de ser feliz ¿no?

Lilia Carrillo dijo...

Soy feliz y a veces no lo soy. La felicidad no es la meta sino el camino. El camino no siempre es parejo, por eso a veces lloro. Gracias por tus comentarios en mi diván, Anonymous.