domingo, 8 de julio de 2012

Hacer Nada También Es Un Placer

Hace no recuerdo ya cuántos domingos no me daba permiso.
Permiso para levantarme de la cama a cualquier hora.
Claro, tuve que hacerlo temprano para alimentar a mis cachorras, ellas qué culpa tienen que la Lilia ande reinventándose.
Les di de comer, las eché al patio y subí a dormir un rato más.
En esta parte, no me di permiso, soñé contigo.
Y justo cuando venía una escena interesante, sonó la alarma de mi inconsciente para despertarme.
Muy a tiempo.
Me levanté de la cama y fui a saludar a mis dogas.
Luego me di permiso de desayunar puros antojos.
Crepas con jamón y queso, pan con mantequilla y mermelada de jengibre, aunque tú consideres este gusto mío cursi y "wanna be" ; ).
Sorry, me gustan las cosas ricas y excéntricas, igual que a ti.
Recuerda que lo que te choca te checa. Son puras proyecciones mi querido amigo.
Durante mi desayuno "ligero" y posterior a éste, me di permiso de tomar cualquier cantidad de tacitas de café espresso.
Miré y admiré fotografías hermosas, como las que algún día aprenderé a lograr.
Observé las plantas a través de la ventana de la cocina.
Tomé una lupa para ver muy de cerca la orquídea mini color púrpura sobre el gabinete.
Puse un disco de la bruja cósmica y me emocioné profundamente con las letras de sus rolas.
Sus palabras llegaron a mi corazón herido.
Pero no lloré.
Por ahora ya me quedé sin ración de lágrimas.
Y no deseo crear nuevas reservas.
Luego escuché "The Gift", con Midge Ure. Esa me caló profundo. Algún día, un hombre que amé hasta la médula, esa canción me dedicó.
Cuando terminé mi "ligero" desayuno se me antojó tomar un té en el Sahara contigo.
Y ese pensamiento me llevó a Sting.
Al recordar al rubito, me vino a la mente su rola "Be still my beating heart" y me arrepentí, pero sólo un poco, por haber ignorado mi intuición.
También vi la foto de una mujer sosteniendo un racimo de globos rojos. Ganas urgentes me dieron de salir volando.
Cuando aterricé, me di cuenta que me estaba azotando y que ya llevo varias horas sentada en esta silla, en torno a la mesa de la cocina.
Me siento tranquila. Estoy en paz. Escucho música y se me antojó entrar a mi diván para compartir mis pensamientos de domingo.
Ahora te dejo, me espera mi hermoso patio, alguna lectura, posiblemente la biografía de My Sweet Lord, más música, un poco de sol y un paseo con mis dogas.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

Lily siempre tan hermosa, encantadora y bella.
¿Qué más se puede pedir?

Saludos.

Lilia Carrillo dijo...

Gracias, me siento halagada con tus palabras, Anonymous.