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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Un Motivo Más Para Detestar Los Lunes

Imagino hace tres días a Héctor despertando con esa ansiedad que se siente los lunes.

Imagino no pensó mucho qué ponerse, como sí hacemos las mujeres. Tal vez tomó un café y algún panecillo mientras caminó con prisa hacia su automóvil, con la urgencia de llegar temprano a la empresa, como siempre.

Imagino que el tráfico lo agobió, tal como nos sucede a la mayoría de los habitantes de ésta, la Ciudad más grande del mundo.

Imagino que iba pensando en los proyectos pendientes, en los asuntos por delegar, en los ya delegados, en la agenda laboral del día.

Un hombre de 49 años de edad, solamente cuatro años más que yo.

Un hombre culto, inteligente, honrado y bondadoso.

Responsable, entregado a su trabajo.

Imagino que esa mañana él no imaginó que ése día sería el último de su vida.

A la hora del almuerzo fue visitado por la muerte. Esta, sin previo aviso, sin pedir permiso, le infligió un infarto fulminante.

Hace algunos meses yo recibí un aviso y pretendo hacerle mucho caso.

Mi más sentido pésame para ti, mi querida amiga Ale, ya no estés triste, como tú dices, Héctor siempre estaba adelantado a todos y a todo, en el conocimiento, en la sabiduría... 

...hoy se nos ha adelantado una vez más...

Descansa en paz, querido Héctor.



miércoles, 27 de octubre de 2010

No Puedo Vivir Sin Ti

Demasiada exigencia conmigo misma trajo consigo su factura, una muy elevada, por cierto.
No dejar en mi agenda espacios para tareas lúdicas tiene su precio, uno muy alto, por cierto.
Ese deseo mío de hacer todo perfecto y sin ayuda ha representado costos que se salen de mi presupuesto y de mis planes.
El afán por verme siempre bien, ejercitarme, obtener conocimiento, cumplir con el trabajo y mantener la casa limpia, todo a la vez, me ha salido caro.
Mis impulsos por ir, hacer, correr, subir, bajar, estudiar, conducir y no parar finalmente fueron frenados por mi sabio cuerpo que llevé al extremo.
Me ha obligado a ir despacio, sin cronómetro, sin rutina, sin horarios ni presiones.
Mi petite persona lo pedía a gritos, pero mis oídos necios no le hacían caso.
Hasta que mi cuerpo decidió perder el equilibrio y me obligó a bajar la marcha.
Cuerpo mío, te prometo no volver a forzarte de esta forma...
...y también te ofrezco una disculpa...
Por favor perdóname, sin ti yo no puedo vivir.


lunes, 2 de agosto de 2010

Si Tuviera Una Vara Mágica

Tal vez te parezca reiterativa, mas ¿quién está libre de contar la misma historia una y otra vez? ¿No te ha pasado con tus conocidos, los más cercanos? Te repiten la misma anécdota sin darse cuenta las incontables veces que lo han hecho... como si fuera la primera vez.

Bueno, regresando a lo reiterativo de mi persona, no me canso de repetir cuán corto me parece el fin de semana... el tiempo no me alcanzó... no pude leer la bola de libros sentados sobre el buró... no vi todas las películas amontonadas en su estante... se están haciendo viejas... no dormí las horas necesarias... no divagué sobre el montón de temas que habitan en mi mente... no fui a conocer Taxco... ajá, no conozco ese pueblo guerrerense aunque he pasado junto al letrero de la desviación hacia él quizás cientos de veces... no pude ignorar los dilemas laborales... no me relajé y dejé llevar como si fuera ligerita y sin tensiones...

Dos días no alcanzan... definitivamente no son suficientes... pasan demasiado pronto...

Me frustra...

Me gustaría tener una varita mágica para convertir los fines de semana en 5 días...

Tal vez así tendría más energía en los odiosos lunes, mi día para nada favorito...


martes, 20 de julio de 2010

¿Alguien Me Puede Ayudar?

 ¿En algún lugar venden, reparten, regalan o rematan la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar? ¿Dónde me formo? ¿En qué sitio se localiza la fila? ¿Acaso hay cola para obtener la fórmula de la aceptación serena a lo que se sale de mi alcance, de mi ámbito de influencia, de mi posibilidad de hacer algo para mediar y negociar un acuerdo decente que beneficie a las dos partes?

¿Cómo puedo hacer para tranquilizar la reacción fisiológica que experimento ante esta frustración? ¿Por qué me duelen los dientes y encías? ¿Hay un remedio inyectable para el bajón de energía resultado de tales decisiones injustas y unilaterales? ¿Quienes toman estas decisiones piensan acaso en los demás? ¿Les importa? ¿Les preocupa? ¿Les desvela? ¿Les agobia? ¿Lo somatizan o lo refunden en el fondo de su podrido inconsciente?

¿Estarán conscientes del precio a pagar? ¿Habrá un Dios, un Osho, un Dyer o un Belcebú que los ayude a reflexionar? ¿Se darán cuenta de sus acciones? ¿De las consecuencias? ¿De lo ruines que son? ¿De su vileza?

Definitivamente no lo creo, pero sí espero un día les llegue la factura. No se vale que nos traten de esta forma... es un robo en despoblado, como dice mi mamá cuando algo le parece desmesuradamente injusto.

martes, 6 de abril de 2010

Hoy Ha Sido Uno De Esos Días

Es en serio que hoy ha sido uno de esos días, desde que me levanté. El electricista me hizo perder más de dos horas en la mañana, finalmente no llegó a reparar el switch que acciona la bomba de la cisterna y los del gas me dejaron bien plantada.
Llegué tarde a la oficina, lotus notes no funciona, el de sistemas está en este momento en una conferencia telefónica, desde mi oficina, con personal de KC tratando de encontrarle solución a tal dilema.
Mientras eso ocurre aprovecho para echarme en mi diván y psicoanalizarme un rato (asociacion libre).
Las compradoras me están volviendo loca, más loca de remate de lo que ya estoy. Pareciera que a ellas las entrenan para que expriman a los proveedores. Nos piden dinero por todo y se inventan multas bien mafufas. Ni cómo escapar a sus designios. Dependemos de ellas, de los espacios en sus tiendas. Me frustran, me ponen triste, hacen que tire por la ventana todos esos pensamientos positivos que me recomienda Dyer.
Lo único que me calma es que hoy iré a ver a Diana Krall, un sueño más hecho realidad. Mañana te cuento cómo estuvo.
El hombre de sistemas de esta compañía y el del otro lado de la línea continúan hablando. El de aquí está chuchando las teclas de mi PC sin encontrar qué demonios le pasa al lotus notes. Eso me retrasa, no caen los correos de los gringos, oh my god (con tono de Janice)... respira Valentina, respira profundo y piensa mejor en otra cosa, hoy el día está muy bonito, el sol brilla y hace calor como a ti te gusta.
Ommmmmmmmm....
Qué risa me doy yo misma... y mientras pienso esto veo desde este ángulo de mi escritorio las fotografías enmarcadas de los acercamientos de unas exóticas orquídeas... se ve bonita mi oficina desde este lado del escritorio que nunca utilizo... sólo quienes me visitan tienen tan hermosa vista.

lunes, 22 de marzo de 2010

Contando Los Días

No sabes cuánto gusto me da este lunes. Y no ando tan contenta porque sea lunes precisamente. Por supuesto que no, ya sabes cuánto detesto el día lunes.

Mi alegría de hoy se debe a que faltan pocos, poquitos días para Semana Santa. Y no creas que estoy tan gustosa porque sea yo muy católica y me la vaya a pasar rezando en esos días. Son "días de guardar", como decían las abuelas, pero la verdad es que yo aprovecho la ocasión para marmotear a gusto, contemplar las jacarandas, disfrutar del sol, devorar libros, escuchar música, hacer ejercicio sin horarios, caminar a la Kana y muchas otras cosas más...

Es justo y necesario... es más bien urgente y necesario ir a descansar, bajar un rato de esta montaña rusa que es la vida en la ciudad más grande del mundo.

He dicho.

Te mando un abrazo "bien" dondequiera que estés.

No ha llamado mi jefe, dijo que lo haría a las 3 pm...

Como no fue puntual me dio tiempo de escribir esta nota...

Supongo que no tarda en sonar el teléfono.

lunes, 25 de enero de 2010

Aquellos Tiempos Maravillosos

El 2010 no está caminando, sino corriendo, como si quisiera mejorar su tiempo en un maratón, maratón que, por cierto, no se me ha dado ponerle palomita en mi lista de pendientes... uno de estos días... pero más me vale que me apure, antes de que me vuelva "Cocha Pacha" con todo y bastón : )... Regresando al tema, como te decía, desde el día 2 de Enero hay mucho trabajo por acá, innumerables actividades y un montón de estrategias a cumplir, PERO YA, si queremos llegar a los números esperados y a los cuales ya nos comprometimos en el plan de negocio de este año. Por otra parte, ya es casi fin de cuatrimestre y hay que entregar trabajos individuales y de equipo... hay que estudiar para los exámenes... hacer conexiones sinápticas y mi cerebro que quiere ponerse en huelga. Ya casi es Febrero, el mes más bonito del año, por cierto, y los kilos que comenzaron su llegada desde noviembre del 2009 siguen instalados donde se han depositado, están tan a gusto que se rehúsan a abandonar tan agradable zona de confort. Ni con ajo y agua se van, ni la elíptica, remadora o escaladora los ahuyentan. ¿Será que con una limpia se irán? No lo sé, lo cierto es que cada año noto que los kilitos de más, más trabajo me cuesta eliminar. ¡Malditos! Los invito a que se vayan, ya no los quiero ver en el espejo, mucho menos en mi petite humanidad : ) Recuerdo aquellos días en que dos semanas sin cenar eran suficientes para quitarme hasta 5 kilos... aquellos tiempos maravillosos en que todo funcionaba tan perfecto como a mi t.o.c. le gusta... Y ya estoy divagando... La verdad es que hoy tengo no sólo los kilos de diciembre sino una tonelada de cosas que hacer así que más vale que deje en paz a la marmota y me ponga a trabajar como Dios manda. Ya me voy, tengo que analizar las ventas de navidad a nivel sku's y terminar la historia clínica de un infante para la clase de entrevista... en la noche tengo examen de la materia de adultez... y no he estudiado... espero no reprobar... Valentina, deja de marmotear o en marmota te convertirás...

jueves, 21 de enero de 2010

Urgen Días de Más De 24 Horas

Mi cara de vacación me duró muy poco y las ojeras regresaron otra vez a la cara de estrés que traigo por todos los pendientes que hay en el trabajo, en la escuela y gracias a la bola de actividades que me gustaría realizar. Según yo me había hecho el propósito de regresar al ejercicio intenso, pero necesito otras 24 horas para que esto pueda suceder. Necesito otras 24 horas para hacer el montón de tarea que nos dejan en esa escuela que el marketing promocional prometía era con horarios flexibles para la gente que trabaja. Necesito otras 24 horas para leer, estudiar, ver películas, consentir a la Kana y amar a MV. Necesito otras 24 horas para consentirme en el spa, meditar y pensar en la marmota. Necesito otras 24 horas para ver a todas mis amigas y echar el chal a gusto. Necesito otras 24 horas para dormir y quitarme las ojerotas de drácula que regresaron al segundo día que regresé a la oficina. Por favor, que ya termine este cuatrimestre, que pase todos los exámenes, que me pongan 10 en todas mis tareas, que solucione todos los pendientes laborales, que baje los 4 kg. que subí en las fiestas de diciembre, que mis amigas no me manden al demonio por estar siempre tan ocupada, que la vida sea más en paz y calma, que no me dé un paro cardíaco, que mi T.O.C. doble se vaya de paseo, que la Kana siga siendo una perra consentida y que MV y yo sigamos siendo tan felices. ¿Es mucho pedir? La respuesta a esta pregunta es algo que desconozco, que sea el Universo el que se encargue. La orden ya fue emitida.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Esto No Puede Estar Pasando

Valentina o yo, o ambas, o ya no sé ni cuál, estamos en el meritito ácido... Sólo a mis colegas gringos se les ocurre hacer cambios en el sistema que afectan lo que se tiene que ordenar a producción en los primeros seis meses del año que está a unos cuantos días de llegar. Entre el momento que escribo estas líneas y el miércoles 23 de diciembre, un día antes de la Nochebuena, debo revisar los skus de tarjetas que se deberán mandar a producción en la primera semana de Enero. Desde hace una hora que terminó la conferencia telefónica con KC siento que el corazón se me va a salir, tengo la respiración agitada, el pulso acelerado, me duele la cabeza y estoy mareada... y me digo a mí misma, cálmate, te va a dar un infarto ¿vale la pena? Pus no... entonces relájate, respira profundo y ponte a trabajar. En este momento ya mandé al controlador de inventarios la lista de skus que necesito me entregue los "mounts" para empezar la meticulosa revisión bin por bin... ahora ya tengo las listas de los skus que se van de la línea para ya no pedirlos... me falta revisar la lista de los skus que han sido ordenados pero todavía no tienen bin y hay que saber si se quedan o se van... ¿Ya los confundí suficiente? Bueno, así es como tengo en este momento mi pobre cabeza que no sabe por dónde empezar pero que siente una ansiedad que avasalla. Hago una pausa... hasta los dedos me tiemblan... Diosito lindo por favor ayúdame a concentrarme, Fromm, ayúdame a seguir tus consejos, tengo y debo hacerlo todo por irme a la playa, que tanto añoro, en estas vacaciones.
P.D. Mi amiga Jana me preguntó si "El Diván de Valentina" cerrará por vacaciones... No lo creo, si surge la necesidad de comunicar, decir, expresar lo que siento, pienso y veo, encontraré la forma de acceder al diván para desahogar mi alma. En estos días hasta por el celular podemos entrar al ciberespacio. ¿Cómo pudimos vivir antes sin el maldito celular? Bueno, luego hablamos sobre este tema. Mientras tanto, buenos días, buenas tardes o buenas noches, todo depende de la hora en que estés consultando a Valentina, ¿o a Lily? A estas alturas del partido no lo sé.

martes, 15 de diciembre de 2009

Ahora Sí, Esperando Que Algo Mejor Suceda

Pues el día de hoy y el que pasó ayer no le he hecho mucho caso a Gay Hendricks porque sí estoy esperando que algo mejor suceda y no estoy viviendo este momento como recomienda. La verdad es que ya estoy con un pie afuera de la oficina y otro afuera de la escuela. Urgeme que lleguen las vacaciones. Este año me siento sumamente fatigada y con muchas ganas de irme a la playa. Ayer la escuela estaba casi vacía, el estacionamiento era un gran lote baldío y en el salón de clase éramos la mitad de los estudiantes. Aquí en la oficina sigue habiendo mucho trabajo, broncas por resolver, cuentas por pagar, por cobrar y producto por embarcar. El gerente de finanzas me acaba de traer una factura de uno de los despachos de abogados que tradujo un contrato para enviar al corporativo y casi me desmayo al ver el monto a pagar. Si quería hacer mucho dinero creo que erré la profesión. Bueno, cada día faltan menos días para las ansiadas vacaciones de fin de año, vacaciones tan esperadas por la mayoría de nosotros que trabajamos ahora sí que como locos, todo el año... y yo sola me río de mis desvaríos y me pregunto con hilaridad... ¿cómo trabajan los locos? ¿con todo y camisa de fuerza? Ya me quiero ir a la playa, por favor, diosito lindo, que estos días laborales que nos quedan se pasen rapidito.

miércoles, 21 de octubre de 2009

El Estrés Nuestro de Cada Día

Necesito respirar profundo o voy a reventar. Y voy a reventar porque solita me exijo, hago, digo, voy y vengo desde que me levanto tempranito por la mañana hasta ya entrada la noche que por fin me voy a descansar. Y supongo que no soy la única y el que esté libre del estrés que tire la primera piedra. Es un ritmo vertiginoso en el que vivimos, al que ahora se suma la maravillosa tecnología de la computación y la telefonía celular. Recuerdo cuando no había celulares o si los había estaban restringidos a quienes los podían pagar (yo no era de éstos). Ibamos por la vida tan campantes y sin la imperiosa necesidad de recibir mensaje, email o notificación de una nueva entrada en facebook. Hoy día no me hallo sin mi celular, me acompaña noche y día, él se encarga de mandarme los mensajes de trabajo, los ociosos, los de los amigos, los de la persona amada, los de la familia, los de la muchacha que me pregunta cómo quiero que prepare el pollo. En la oficina tengo mi computadora con mil programas abiertos y me llegan mensajes por todos lados, desde las ochenta mil cuentas de correo electrónico que tengo, desde el facebook que es cosa del mismísimo demonio y desde mi celular, que desde luego nunca deja de sonar. El teléfono de la oficina lo uso cada día menos. Es ya casi un adorno más de mi escritorio de trabajo. Es información excesiva la que recibimos, siento que mi cabeza va a estallar y más me vale que no porque dentro de 4 minutos entro a la clase de Técnica de la Entrevista... una actividad más para cerrar este día con broche de estrés.