miércoles, 26 de octubre de 2011

Un Regalo De Amor

En este mundo material, una persona muy querida me ha dado un regalo en absoluto material.
Me entregó una tetera japonesa, hecha a mano, de hierro colado, en tono coral.
Sabe perfectamente lo que me gusta, me mira, me escucha.
Así como soy fan de un buen espresso, disfruto con alegría tomar infusiones de sabores exóticos.
Los colores candentes, como el rojo, anaranjado, salmón y coral están presentes en muchos de mis espacios.
Eligió esta tetera en particular por su simbolismo.
Dos libélulas en relieve la decoran.
La libélula significa un nuevo comienzo y la buena fortuna.
Las libélulas apuntan hacia el asa de la tetera, indicador que nuestro amor fluye en un círculo virtuoso y eterno.
Ellas también simbolizan la paz y nos invitan a vivir plenamente en el presente.
La libélula alienta a comprender nuestras emociones, exteriorizarlas, no suprimirlas.
Esta persona me ha dado más que un obsequio.
Me ha regalado algo que simboliza la importancia de profundizar en nuestras vidas para comprender su significado; algo que simboliza lo relevante de conocernos desde nuestro interior.
Mediante este obsequio cobro aún más consciencia de que el amor no es una mera emoción o impulso, sino un principio de vida.
Gracias... eternamente...

La tetera es en este tono coral

Subí esta imagen también porque aquí se aprecian mejor las libélulas

martes, 25 de octubre de 2011

De La Teoría A La Práctica

Ayer por la tarde mi prima Yolanda, mejor conocida como Yuyi, compartió conmigo un artículo publicado en ELPAIS.com, titulado "Más práctica y menos teoría".
Para no hacerte el cuento largo, relata la noticia de una mujer de 63 años y su esposo, un hombre de 72 años de edad, quienes se registran en un motel. Llevan consigo sogas en lugar de equipaje. Se han alejado de "eros", han elegido el suicidio. La mujer había escrito una veintena de libros sobre la felicidad y la esperanza. Era conocida como "la sacerdotisa de la felicidad".
Esta noticia me llevó a reflexionar, entre otras cosas, sobre esos mensajes positivos que posteamos y leemos en Face Book, por ejemplo.
¿Cuántos de quienes escribimos o leemos esas citas sobre cómo vivir sin odio y con más alegría realmente llevamos a la práctica actitudes positivas?
Lo más posible, o real, desde mi punto de vista, es que los pensamientos y actitudes optimistas mueren en el intento, se quedan en la teoría.
Y es que no es fácil llevar a la práctica actitudes más humanas con nosotros mismos y extenderlas hacia los demás.
Vivimos en un mundo indiferente a la violencia, a la agresión, a la miseria y sufrimiento del otro.
Se está haciendo costumbre observar, escuchar o mirar actos de maldad realizados por seres humanos no humanos.
En cuanto al dolor del alma, te aseguro que no es asunto de remedios simplistas.
En mi vida he sufrido infinidad de formas de dolor físico.
Mi umbral del dolor es una grieta del tamaño de las Barrancas del Cobre.
Cuando anduve en la búsqueda de procrear, fui sometida a innumerables procedimientos parecidos a las formas de tortura medievales.
Durante seis meses, antes que me practicaran la histerectomía, padecí dolores posiblemente parecidos a los del parto.
He experimentado el dolor de una extracción molar, procedimiento salvaje con todo y los avances de la ciencia médica.
La ingesta de medicamentos para paliar el dolor pélvico me provocó irritación en el esófago.
Estuve cerca de  seis días sin poder pasar alimento sólido. Hasta las papillas se hundían en mi garganta cual cuchillos afilados.
Dolores han venido y se han ido.
Todo tipo de analgésicos han contribuido a paliarlos.
Pero el dolor del alma no hay remedio que lo quite.
No basta con un "échale ganas".
¿Echale ganas?
A ver, ponte en mis zapatos y trata de comprender de dónde surge este dolor.
Imposible identificar el origen con una radiografía.
Ni la terapeuta más experimentada lo erradica fácilmente.
Y pensar que abunda tanto charlatán en los consultorios de psicólogos.
Esos seudopsicólogos que se atreven a dar y regalar recetas caseras o remedios exprés para ponerte nuevamente en marcha.
¡No!
El dolor del alma toma su tiempo. A veces su tiempo largo.
Tampoco se va leyendo libros sobre cómo ser feliz, mucho menos escuchando a esos oradores que hablan de la esperanza como si se tratara de vender cacahuates.
Los antidepresivos son una muleta mas no el remedio.
Las raíces del dolor emocional son demasiado profundas.
Y tal vez por ello esta pareja no pudo llevar a la práctica los remedios de la mujer para encontrar la felicidad.
Yo sostengo una lucha diaria contra la tristeza.
Cada día me levanto de la cama y salgo a la vida.
Pero es un trabajo diario.
Y no hay teoría que me cure.
Lo que hago es practicar, practicar y practicar el arte de vivir.
El arte de amar.
El arte de amar la vida.


domingo, 23 de octubre de 2011

Domingo de Paz

Los domingos por la mañana me gustan mucho.
El aroma del café en la cocina es otro de los encantos de la vida.
El desayuno y la música que lo acompaña regocijan mis sentidos.
Kana hace ruidos no lejanos por dondequiera que ande.
El dije que cuelga en su collar tintinea a cada paso que da.
El cielo de Octubre es azul no profundo.

El sol brilla y le confiere un color más vivo a las flores y las plantas.
A estas horas del día me siento relajada.
El trauma del lunes dará inicio al caer la tarde.
Pero aquí y ahora me siento en paz.
Los días aciagos son historia.
Mi corazón late tranquilo.
Mis ojos sólo observan con alegría.
El viernes y el sábado disfruté dos días completos la compañía de mi amiga hermana Alexia.
Hemos comido, reído, platicado, visto una película y tomado decenas de fotografías.
Nos hemos divertido como dos niñas que juegan a las muñecas.
Kana se ha instalado en este momento junto a mí.
Espera y demanda su paseo dominical.
Y por supuesto que saldré a caminar con ella para disfrutar de este día tan bonito.
Te mando un abrazo, dondequiera que estés.


jueves, 20 de octubre de 2011

No Le Temo A Virginia Woolf

Todo lo contrario.
Me gustaría haber vivido en su tiempo y espacio.
Conversar con ella.
Escritora sensible.
Sublimó sus pulsiones autodestructivas a través del arte de escribir novelas y ensayos.
Ella pensaba cotidianamente en la muerte.
Su propia muerte.
Infligida por su propia mano.
Admiraba a quienes tenían el valor de tomar tal decisión.
Fue diagnosticada como maníaco depresiva.
Ahora se le conoce como trastorno bipolar a esta condición.
Cuando Virginia entraba a la fase de la manía, escribía y escribía, hasta sentir que le reventaba la cabeza.
Decía que esta actividad la alejaba de tánatos y la acercaba más a eros.
En los días tristes se sentaba en un sillón y de ahí andaba hacia la cama, para aliviar el dolor físico y emocional en el mundo de los sueños.
La Woolf prefería estar con gente callada, como su esposo Leonard.
Hombre de ideas, también escritor.
A Virginia le desagradaban las personas verborreicas.
Cuando se encontraba entre gente plena de palabras sin sentido, se alejaba silenciosamente.
Prefería sus largas caminatas por la pradera, junto al lago.
Cierto día, este lago la atrajo demasiado.
Llenó los bolsillos de su abrigo con piedras.
Caminó hacia el lago...
...y ya no regresó.

Me pregunto qué estaría pensando...

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ya Es Hora

A mí, como buena Acapulqueña, me encanta Acapulco.
Con todo y sus vicisitudes actuales.
Violencia que espero algún día no lejano se termine.
Es mi pueblo de origen y lo amo incondicionalmente.
Hace un par de años que no voy para allá.
Recuerdo cómo me gustaba hospedarme en el "Pierre Marqués".
Es un hotel chico, muy agradable y de buen gusto.
En el lobby hay un estanque con peces Koi.
Mirar los peces Koi de ese estanque me proporcionaba tranquilidad.
Podía pasar largo tiempo ahí.
Sin hacer otra cosa más que contemplar a los peces.
Algunos muy gordos, otros chiquitos.
Algunos blancos, con motas anaranjadas.
Otros anaranjados, algunos negros o amarillos.
Había los muy grandes y los pequeñitos.
El sonido del agua del estanque de los peces Koi también me inspiraba paz.
Me parece que ya es hora de visitar nuevamente el estanque de los peces Koi...

Hermosos




Ya quiero ir

martes, 18 de octubre de 2011

¿Cabrones vs. Cabronas?

El sábado pasado invité a Marco al teatro.
Fuimos a ver "Defendiendo al Cavernícola", monólogo que yo había visto hace algunos años.
Quise volver a ver esta puesta en escena para reírnos juntos de nuestras abismales diferencias.
Me refiero a esas particularidades que nos hacen ser tan distintos a los hombres de las mujeres y viceversa.
El argumento abunda en clichés, por supuesto, pero pone sobre el escenario los eventos cotidianos que se dan entre quienes viven en pareja.
Posiblemente algunas parejas se salven de los ejemplos escritos a continuación, pero puedo asegurarte que por lo menos uno o dos de éstos les quedan a ti y tu pareja muy a la medida:
-El hombre sólo se puede concentrar en una tarea... las mujeres somos multitasking.
-El hombre se hipnotiza frente a la televisión, sobre todo cuando juega su equipo favorito
-Las mujeres nos hipnotizamos cuando vemos cosas que nos gustan o cuando nos dicen palabras dulces al oído
-Los hombres hablan poco, el autor del monólogo dice que 2000 palabras al día son suficientes para ellos.
-Las mujeres tenemos la necesidad de expresar por lo menos 7000 palabras por día.
-Los hombres no hablan con otros hombres de sus sentimientos y emociones... mucho menos lloran y se abrazan entre ellos.
-A las mujeres nos gusta compartir con otras mujeres lo que sentimos, lloramos y nos abrazamos.
-En un antro o restaurante los hombres no se acompañan al baño, las mujeres vamos todas juntas, casi tomadas de las manos.
-Los hombres protegen a los suyos.
-Las mujeres prodigan cariño y cuidados a los suyos.
-Ellos negocian.
-Ellas colaboran unas con otras.
-Los hombres botan la toalla mojada sobre la cama, maña que nos para los pelos de punta a las mujeres.
-Ellos deciden en un minuto cómo se vestirán, nosotras nos cambiamos tres veces antes de salir.
-Cuando los hombres conducen un automóvil eso hacen, conducir. No pueden hacer ninguna otra actividad. Necesitan concentrarse.
-Las mujeres podemos realizar distintas actividades a la vez. Nuestro cerebro está programado para ello. Podemos manejar, escuchar la radio y discutir con él sin mayor problema.
En fin, "Defendiendo al Caver" es un monólogo divertido sobre las diferencias de los sexos.
Inicia con voces de mujeres diciendo: "TODOS los hombres son unos CABRONES".
Y en los últimos años se han editado varios libros "tipo Sanborns" para aprender a ser una perfecta CABRONA.
Yo no creo que la relación de pareja se trate de un concurso para ver quién es más CABRON o CABRONA.
Yo creo más en la unión de dos mundos que respetan su individualidad y diferencias.
Y por supuesto, somos extremadamente opuestos. Eso nos atrae.
¿A poco te gustaría tener como pareja a alguien exactamente como tú?
Yo me volvería loca de atar en poco tiempo je je.


NO


SI


lunes, 17 de octubre de 2011

Soy Una Voyeur

Cuando no soy yo quien conduce el coche, observo a través de la ventanilla.
Durante el semáforo en rojo, o en el tránsito a vuelta de rueda, para nada extraño en la Ciudad de México, miro las ventanas de los edificios de departamentos.
Si corro con suerte y las cortinas están abiertas, alcanzo a ver un pedacito de la vida de sus habitantes.
Me imagino cómo serán ellos, cuántos vivirán ahí, a qué dedicarán el tiempo libre : )
Invento sus historias.
Las elaboro a través de la decoración o ausencia de la misma.
Las armo por medio del color que le han puesto a las paredes; si han determinado tener focos con o sin lámpara.
Las construyo con base en los cuadros, fotografías o posters que visten el hogar.
Por cierto, a mí no me gustan los focos desvestidos. Esa es una más de mis manías y obsesiones.
Veo qué tipo de plantas y macetas adornan los balcones.
Por alguna de esas ventanas a veces se asoma un perrito o un gato que me devuelve una mirada misteriosa.
En las ventanas de la Ciudad de México no he visto a ninguna anciana atisbar a través de las cortinas.
Es en la Francia rural donde he visto decenas de abuelitas mirar desde atrás de las cortinas los sucesos del mundo exterior.
Cuando voy de copiloto en el auto no soy ninguna buena ayuda para el conductor.
Mis ojos miran todo lo que hay afuera.
Arboles, personas, edificios, restaurantes, parejas, tiendas, mascotas, niños, publicidad, policías, transeúntes, payasitos del semáforo, puestos de flores o periódicos; globeros, mujeres, limpiaparabrisas, pero principalmente: las ventanas de los departamentos.
Lo reconozco, soy una voyeur del mundo que me rodea.
Sin remedio ni ganas de encontrarlo.
Probablemente como las decenas de voyeurs que abundan en las redes sociales, como el facebook, que sólo miran, pero nunca participan.



martes, 11 de octubre de 2011

Te Invito A Ver Una Película

Ayer en la Ciudad de México tuvimos una tarde nublada, lluviosa y fresca.
Mi amiga Alexia propuso fuéramos al cine.
Como contrapropuesta la invité a mi casa para ver alguna buena peli.
Con café y té en mano le ofrecí seleccionara cuál quería ver.
Su respuesta fue: "No manches, son muchas. ¿Las tienes organizadas por orden alfabético?".
A lo cual contesté: "Por supuesto que sí".
"Qué obsesiva eres", replicó riéndose de mis manías.
Y yo pensé: "Soy práctica, imagínate cómo encontrar rápidamente una cinta si no estuvieran colocadas bajo algún sistema organizador".
En fin, me solicitó que yo escogiera el filme de la tarde.
¿Estás segura?, pensé.
Así que elegí "Anti Crist" (2009), del director danés, Lars von Trier, protagonizada por Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg.
Antes de colocarla en el tocadevedé le advertí: "Se aborda un rollo psicológico sumamente denso".
Y ella simplemente se dejó llevar.
Desde la primera escena, en blanco y negro, tomada en cámara lenta, con fondo musical "Lascia ch'io Pianga" de "Rinaldo", compuesta por Georg Friedrich Händel, el director te atrapa.
Mientras la pareja hace el amor, su hijo baja de la cuna, camina por el pasillo, se detiene en la puerta de la recámara, observa la "escena primaria" (acto sexual entre los padres), sube al escritorio y cae por la ventana al vacío.
Muere.
La culpa del padre y la madre es insoportable.
Ella es internada y dopada para paliar el dolor.
El es terapeuta y decide tomar a su esposa como paciente para ayudarla a elaborar el duelo.
Se van a una sórdida cabaña internada en el bosque, muy alejada de la civilización.
Y ahí se desenvuelve la historia y se desenmascara la verdadera personalidad de la mujer...
...y el marido seguramente se arrepiente de haber pasado por alto el código ético del psicólogo de no atender a parientes, amigos o conocidos.
Las escenas son crudas.
La agresión sexual, verbal y física se hace presente a lo largo de la trama.
Hay momentos que es mejor no mirar.
La pobre de mi amiga, al terminar la cinta, esgrimió: "Yo sólo quería ver una película".
Espero que no haya tenido pesadillas.
Muy recomendable si te interesa la psicología y, sobre todo, los misterios del inconsciente del ser humano.

Los protagonistas 



La escena primaria


Dolor insoportable


Aquí ya los perdimos

Si quieres escuchar la música que abre y cierra la película dale click a este enlace:





lunes, 10 de octubre de 2011

Amor Del Bueno

Cuando era más joven que ahora, creía que los impulsos eróticos eran algo parecido al amor.
Con la pena, no ajena, sino propia, reconozco que en un súbito arranque de pasión podía decir "te quiero" o peor aún, "te amo".
Hace poco tiempo pensaba que el amor era un sentimiento cuya génesis eran los latidos del corazón acelerado.
Alguna vez, hace muchos años, llegué a tener la creencia de que unos ojos bonitos o una sonrisa agradable eran suficientes para amar al otro.
Cuán equivocada estaba.
El amor, no solamente el que se siente por la pareja sino por los semejantes, por los animales, las plantas y el planeta tierra, no es cuestión de simples pulsiones y compulsiones.
El acto de amar es una decisión.


Yo decido amarte a ti, a mi pareja, a mi familia, a los animales y al mundo en el que vivo.
Yo me comprometo contigo, con mi pareja, con mi familia, con los animales y con el mundo en el que vivo.
Yo me hago responsable de respetarte a ti, a mi pareja, a mi familia, a los animales y al mundo en el que vivo.
Yo me amo primero a mí misma y estoy en el proceso diario de conocerme a conciencia.

No puedo amar a otros cuando no me amo a mí primero.
Si no me conozco a mí misma, ¿cómo voy a conocerte a ti, a mi pareja, a mi familia, a los animales y al mundo en el que vivo?
Es imposible amar sin conocer al otro, sin amarse a una misma.
Como bien apunta Erich Fromm: "El amor es una preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos, tal y como es".
Sin aceptación del otro, tal y como es, no existe amor.
Y una más: sin libertad no puede haber amor.
Hoy yo decido amar, me comprometo; doy, prodigo cuidado; respeto y procuro conocer a los objetos de mi amor.

Bibliografía: El Arte de Amar (1959) de Erich Fromm. Ed. Paidós


jueves, 6 de octubre de 2011

Manías Medio Obsesivas

Tengo mis manías, no obsesivo compulsivas pero sí medio obsesivas.
Detesto la toalla para secarse las manos toda chueca en el toallero.
Los cuadros inclinados me dan ansia.
Envases vacíos no depositados en el bote de basura me dan roña.
Una cama mal tendida resulta insoportable a mi visión.
Las pijamas tiradas sobre la cama tendida son una ignominia.
Cualquier prenda de vestir con manchas de grasa o de comida me perturba.
Una toalla sucia para secarse las manos después de lavártelas es una paradoja.
Los calcetines asomados del cajón medio cerrado me irritan hasta la coronilla.
Objetos decorativos movidos y dejados "al ahí se va" por la muchacha que me ayuda en la casa, me llevan a enderezarlos todos y cada uno de ellos al instante... y no me atrevo a decirle que los limpie y luego los coloque tal y como los encontró.
Las plantas en "macetas" de botes de pintura me parecen abominables.
Las macetas de barro pintadas son un "no no".
Una pared con vista al patio del vecino, sin pintar, me parece una grosería.
Los camellones con setos sin podar me dan lástima.
Las bardas grafiteadas quisiera pintarlas y encontrar a quien lo hizo...
La interferencia en una estación de radio, a volumen medio alto, la encuentro insoportable. Me gusta escuchar con sonido DTS.
Lo mismo me sucede con la tele, una transmisión con "nieve" mejor le cambio al canal. Me gusta ver imágenes HD.
Alucino las cosas dejadas sobre la mesa del comedor.
Y me choca no encontrar las cosas en su lugar.
Bueno, estas son algunas de mis manías...
Supongo que tengo más, pero ahora no las recuerdo todas...
Y tú... ¿qué manías tienes?

Qué bonito es lo acomodadito...


Impecable

Bien alineados los cuadritos...

Todo en su lugar, la basura en su lugar también...

Así sí dan ganas de caminar 

Sobre la mesa flores y decoración, no la bolsa ni la cartera...

Esto sí es una bella maceta



miércoles, 5 de octubre de 2011

Mi Primer Beso

El primer beso no se olvida.
Y estoy de acuerdo porque nunca olvidaré lo desagradable, asqueroso y baboso que me pareció aquel primer beso prodigado a mi persona por mi novio de la prepa.
Sí, mi primer beso de "amor" ocurrió cuando tenía 16 años de edad.
No fui una niña precoz, todo lo contrario.
El era bastante feo, pero a mí me parecía guapísimo, porque era popular entre las chicas.
Jugaba football y conducía un auto que había arreglado como los chamacos solían hacerlo en los 80's.
Lo había achaparrado, con llantas gruesas y rines whatever, con volante de madera, sonido de lujo y quiensabecuántas chucherías más.
El cuate era el chistosito del grupo, el bromista, el de los lentes "Carrera".
Y el de la cabeza hueca.
Antes de pelarme anduvo como con 3 ó 4 niñas.
Y cuando por fin me hizo caso, me sentí flotar entre las nubes.
Pero muy rápido me caí de la nube en que andaba.
El primer y único beso que me dio lo sentí como si un molusco tratara de engullir mi carita.
Pura baba y nada de emoción.
Con el tiempo comprendí y aprendí a qué sabe y cómo se da un beso de verdad.
¿Y qué fue del noviecito?
No duramos ni una semana...
...y el muy cabrón se hizo novio de dos de mis mejores amigas.
C'est la vie!

Esto sí es pasión

Beso inesperado, ésos son muy buenos

Rodin sí sabía de besos

Beso de felicidad con todo y patita levantada

Tip para los caballeros: es muy sexy que toquen la cara de la dama besada

martes, 4 de octubre de 2011

El Templo De La Perdición

Ayer conocí el mismísimo templo de la perdición.
La tentación reina en ese sitio.
Es recinto de pecado.
Lugar de placeres culposos.

Primero vi las mermeladas en frascos preciosos...
Había de sabores y mezclas inimaginables.
Frambuesa con Kiwi, Fresa con Cereza, Pera con Mango, de Jengibre o Maracuyá.


Había galletas de mantequilla con chispas de chocolate.
"Osho mío", me dije a mí misma, "hace cuatro semanas que no pruebo ni un trocito de chocolate".
Al acercarme a la panadería me invadieron los aromas.
Olor a pan recién horneado.
La esencia producto de la mezcla de azúcar, mantequilla, piña y cerezas.
Y la amenazante bandeja con donitas de chocolate para prueba.


Osho mío, pensé, no me permitas caer en la tentación y líbrame de las invitantes donas de esencia deliciosa.
Salí de ahí corriendo y sin mirar atrás.
Fui directo a la caja registradora, pagué el acondicionador para el cabello y me subí a mi automóvil.
Ayer descubrí que Superama es el templo de la perdición para cualquiera que se encuentre a régimen alimenticio.


Llevo cerca de un mes con la dieta de la zona, ya era hora de desintoxicar mi organismo y bajar los kilos ganados por caer en tentaciones.


Comer pan es uno de mis tantos pecados favoritos


lunes, 3 de octubre de 2011

Soy Un Bambú

Tal vez es cuestión de la edad.
No lo sé.
Esa respuesta es incierta.
Lo cierto es que a medida que el tiempo transcurre me doy cuenta de cuán inútil, estúpido y desgastante es irritarme por asuntos no importantes.
Sigo en el proceso de aprender a no perder la cabeza por las trivialidades.
Existe un abismo de diferencia entre vicisitudes serias de la vida y lo frívolo, mundano o caprichoso.
Antes de actuar (acting out), me pregunto, ¿vale la pena arruinar mi sistema nervioso y el del otro por nimiedades como lo es un microbusero loco?
¿Por los dilemas típicos del trabajo que siempre encuentran solución?
¿Por la larga y lenta fila del supermercado?
¿Porque los eventos no ocurrieron a la hora que mi reloj había previsto?
Actualmente soy consciente de las situaciones indignas de posicionar en una escala tan alta como para elevar mi presión arterial, ocasionarme dolor de cabeza, vértigo o acidez estomacal.
Fluyo suavemente con la vida.
Antes deseaba ser un roble.
Y al primer ventarrón me caía desde la raíz.

Ahora soy como una vara de bambú, soy flexible hacia donde el viento me incline .

Mi vida es más fácil.
Más ligera y divertida.
Más contemplativa.
Más introspectiva.
Más consciente del otro.

Y la maldita tristeza poco a poco se diluye dejándome vivir en paz.