Defenderé Su Amor Como Una Loca

El sábado se me atravesó un cedé de una chava que se llama María José. A ella la había escuchado interpretar aquella canción que María Concha Alonso entonaba muy cachondamente en los videos ochenteros: "Acaríciame, con manos locas enloquéceme, ahógame en tus brazos, cuídame..." Bueno, ¿quiere que la ahogue o la cuide? La respuesta correcta no existe porque por lo general las mujeres no sabemos lo que queremos... o sí lo sabemos, pero rapidito cambiamos de parecer para inmediatamente girar otra vez el rumbo. No se me pongan furiosas, mis queridas lectoras, hay que reconocer que a veces ni nosotras mismas nos entendemos, ni nos aguantamos. Seamos honestas, reconozcámoslo y sigamos siendo felices de ser mujeres. Regresando al tema de María José, a ella la escuché uno de esos pocos días ociosos en los que tuve tiempo de ir a arreglarme las uñas y habían puesto este disco para ambientar el local. La rolita que siguió a la de la María Conchiux fue una cuya letra trata sobre una mujer que no es una señora de una conducta intachable en la vida y dejó de ser de él, fue de otro como fue de él y olvidó cómo amarlo. Esta mujer salió más cabrita que Gatúbela, se vengó del hombre porque éste la dejó olvidada ahí. Al terminar la de la Catowoman siguió la que platica la historia de la que ahí está, esperando por él, sin poder entender qué lo hizo alejarse de ella y le pregunta si será posible empezar una vez más. Pues a ver si el hombre quiere, seguro ella lo mandó a volar en uno de esos arranques que produce el "masiosare" pero ya cambió de parecer y resulta que no lo quiere terminar. Y mientras me seguían arreglando las uñas tocó el turno a una de esas canciones llegadoras, de las que las  féminas podemos poner una y otra vez para chillar con ganas cuando es él quien nos ha mandado al diablo:  "Te quiero tanto, mi amor amor, que no es posible, mi amor amor, que ahora te vayas, mi amor amor, y que me digas, que lo nuestro terminó. Si tú te vas no pasarán las horas, ya no saldrá la luna si tú me dejas sola". Ya casi cuando terminaban y me quedaban unas uñas divinas, tocaron la de "ese hombre no se toca, basta ya de tonterías, tu descaro es total, defenderé su amor como una loca"... Y me pregunto con la hilaridad que me provoca la frase, ¿cómo defenderá su amor una loca? ¿Con todo y camisa de fuerza? El caso es que debo confesarles, hermanos y hermanas (deveras que me parezco a Fox), que se me antojó el disquito, este sábado se me atravesó y lo compré. Afortunadamente en este momento de mi vida no tengo que recurrir a las galletas de animalitos para hacerme el harakiri y me divertí muchísimo cantando a todo pulmón estas rolitas de amor y desamor mientras conduje esta mañanita a la oficina. Ahí iba yo cantando con el celular como micrófono... "Hoy hago tuyo mi cuerpo, soy tu esclava... herida, de muerte, tu flecha le ha pegado al blanco y mírame..."