martes, 3 de noviembre de 2009

¿Qué fue lo que lo terminó de impresionar?

Un día como hoy, hace 17 años, entré a trabajar a Hallmark de México. Mi primera entrevista fue con el Gerente de Recursos Humanos, quien tras saber que yo decía que sí hablaba inglés porque él y yo realmente no conversamos en tal idioma, me llevó a la oficina del Vicepresidente de Mercadotecnia y Ventas de la compañía, que en aquellos tiempos tenía un organigrama rimbombante compuesto de Presidente, Vicepresidente y un montón de Directores, Gerentes y Jefes de Departamento.
Entré muy mona a la enorme oficina con todo y salita del famoso Vicepresidente. Iba ataviada con una falda corta de cuadritos blanco y negro, un ceñido suéter de cuello de tortuga y la confianza que te da la divina juventud. Viéndolo en retrospectiva eso de presentarme a una entrevista de trabajo con el sexy atuendo no estuvo nada bien, pero también llevé conmigo una bola de revistas en las que yo había participado como directora editorial, columnista, reportera y fotógrafa. Hasta el horóscopo llegué a escribir. Preguntaba a mis compañeras de la editorial qué les gustaría que les pasara en el mes en turno y yo bien obediente trataba de cumplir sus sueños. Total que no sé si fue mi experiencia en las tareas de escribir o mi forma de hablar inglés lo que lo convenció o si de plano fue mi sexy look lo que lo terminó de impresionar. El caso es que ese mismo día supe en mi interior que el puesto de redactora de tarjetas de felicitación, en la empresa que vendía las tarjetas de Snoopy que yo tanto había recibido y regalado, era mío. Han pasado infinidad  de eventos, situaciones, dramas y alegrías desde entonces, toda una vida, cosas que ustedes no están para saber ni yo para contar, historias felices, cuentos tristes, episodios de espera, capítulos que se fueron rápido. Soy inmensamente feliz de trabajar aún para esta empresa que me ha dado tanto. La verdad es que no espero estar aquí otros 17 años, pero sí algunos más.

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