jueves, 29 de octubre de 2009

Vanity Is My Favourite Sin

Ayer en la noche la ciudad se veía espectacular, sobre todo vista desde el estacionamiento de la escuela que se encuentra ubicada en lo alto de un cerrito. Luces, edificios y nubes se veían claritos, como cuando uso mis lentes para ver de lejos. La luna también tenía su encanto con ese halo brumoso y brillante como de noche de brujas que se acerca. Conduje a casa muy feliz, atacando de vez en cuando la bolsa de pan de muerto comprado a los estudiantes de la carrera de gastronomía, que lo estaban vendiendo al terminar el día. Y no sé exactamente qué aroma o sonido escuchado trajo este recuerdo a mi mente. Me acordé del viaje aquel a Cuernavaca con mi amiga Alexia, cuando todavía éramos solteras. Habíamos ido para relajarnos del estrés de la oficina, el cual no se parecía en absoluto al TOC TOC que ahora manejamos. Nos hospedamos en aquel tiempo un nuevo hotelito todo mono. Rápidamente nos pusimos trajes de baño y bronceadores para disfrutar de una bebida refrescante, sol y alberca. Y ahí estuvimos día y medio muy contentas chapoteando en la maravillosa piscina de agua azul, azul, azul. El domingo, antes de emprender el viaje de regreso, fuimos a comer a me parece que se llama Plaza Cuernavaca. Alexia y yo siempre que nos vemos nos reímos mucho porque siempre que nos vemos las dos decimos cosas sin sentido con el único sentido de pasarla bien. Por tal motivo no se me hizo nada extraño que de repente mi amiga estuviera literalmente doblada de la risa frente a uno de los puestos de chuchulucos hippies. Por supuesto su risa no se debía a los chuchulucos hippies. No, su risa provenía de ver mi verde cabellera ondeando al sol de Cuernavaca. Mas ella no sabía que su blonda cabellera también habíase tornado verde esmeralda. Quién sabe qué maldito colorante le habían puesto a la famosa alberquita azul, azul, azul. Lo que sí recuerdo es que al día siguiente ni siquiera fui a trabajar... Vanity is my favourite sin -cita de Al Pacino en "El Abogado del Diablo"-. Me fui derechito a la estética para remediar lo de mi verde cabellera.

2 comentarios:

Alexia dijo...

Jajaja, qué risa Kiri, y después nos fuimos al hotel a reclamarles y tú ibas muy enojada. Les pedimos que nos pagaran el salón de belleza ¿recuerdas? Nos querían dar una mugre y les dijiste que nuestros salones de belleza no eran nada baratos. Jajaja. Nos pagaron, pero primero nos aplicamos mayonesa en nuestras casas. Eso creo, no recuerdo bien. Gracias Kiri, qué buenos momentos. Estás presente en casi cada etapa de mi vida. Creo que nuestra esencia no ha cambiado ¿Tú qué piensas?

Valentina dijo...

Kira,
Así fue, me indigné con la mugre que nos dieron para ir a la estética, me embadurné mayonesa en mi verde cabellera, el remedio de la abuela no funcionó y al día siguiente me fui al salón de belleza a arreglar la situación. Nuestra esencia definitivamente no ha cambiado y espero que nunca lo haga.