miércoles, 7 de octubre de 2009

El retorno de la princesa

Hoy en la mañana vino a mi oficina a saludarme, como todos los días, el gerente de finanzas de esta empresa para la cual trabajo. Me preguntó la pregunta que casi todos hacemos cuando vemos a alguien conocido: "¿Cómo estás?". Contestele que un poco cansada y que eso seguro se debía "a la bola" (la bola de años). Contestome que aunque yo decía estar un poco cansada él veíame de muy buen ánimo, mucho mejor que como me había visto algunos días atrás. Y así es, efectivamente me siento contenta y sonrío más. Yo decidí que ya era hora de sacudirme ese desánimo que me cargaba después de la cirugía que me practicaron hace ya 9 1/2 semanas (como el título de la película aquella ¿se acuerdan?). El desánimo estaba presente por muchos factores, como molestias y achaques post operatorios, algunos rollos emocionales. Cuando te practican una de esas operaciones quedas toda traqueteada y la recuperación se te hace eterna. Todavía ando medio traqueteada, pero yo decidí, el pasado viernes, que mi actitud debía ser tan positiva como siempre lo ha sido -soy la tía Hello Kitty ¿no?-. Yo decidí cómo quiero estar, cómo me quiero sentir, qué quiero proyectar. Nadie más puede hacer esto por mí, absolutamente nadie. Sólo yo tengo el poder de decidir cómo, cuándo y qué. Me alegra que Martín haya notado mi buen mood. Ayer le comentaba a alguien muy cercano que otra vez me siento princesa.

No hay comentarios: