La tentación reina en ese sitio.
Es recinto de pecado.
Lugar de placeres culposos.
Primero vi las mermeladas en frascos preciosos...
Había de sabores y mezclas inimaginables.
Frambuesa con Kiwi, Fresa con Cereza, Pera con Mango, de Jengibre o Maracuyá.
Había galletas de mantequilla con chispas de chocolate.
"Osho mío", me dije a mí misma, "hace cuatro semanas que no pruebo ni un trocito de chocolate".
Al acercarme a la panadería me invadieron los aromas.
Olor a pan recién horneado.
La esencia producto de la mezcla de azúcar, mantequilla, piña y cerezas.
Y la amenazante bandeja con donitas de chocolate para prueba.
Osho mío, pensé, no me permitas caer en la tentación y líbrame de las invitantes donas de esencia deliciosa.
Salí de ahí corriendo y sin mirar atrás.
Fui directo a la caja registradora, pagué el acondicionador para el cabello y me subí a mi automóvil.
Ayer descubrí que Superama es el templo de la perdición para cualquiera que se encuentre a régimen alimenticio.
Llevo cerca de un mes con la dieta de la zona, ya era hora de desintoxicar mi organismo y bajar los kilos ganados por caer en tentaciones.
Comer pan es uno de mis tantos pecados favoritos |
2 comentarios:
Dinos cómo se llama y dónde está para ir a probar nuestra fuerza de voluntad... ji ji ji
El templo de la perdición para quienes estén a régimen alimenticio puede ser cualquier tienda, supermercado, panadería, dulcería, pastelería de cualquier parte del planeta. Saludos Héctor!
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