Le supliqué que volviera, que no me dejara así, que me daba cuenta del abandono en el cual lo había tenido durante los últimos meses; le prometí que jamás lo volvería a descuidar, le juré por Osho que aprendí a valorarlo.
Elevé mis plegarias al universo, esparcí mis polvos de hadas al viento de la tarde, pensé en positivo y con optimismo para que regresara nuevamente a mi vida...
...y no sólo me fue devuelto mi Itouch que esta mañana se "despasmó" y volvió a deleitarme con la música que toca...
...los polvos mágicos trajeron consigo noticias de alguien muy especial...
...y mi corazón se siente pleno de alegría.
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