Vienes, te vas, regresas, te vas y retornas a mi mente cuando voy en el auto, cuando camino, cuando despierto, cuando me estoy quedando dormida, por la noche.
Y me flagelo, masoquista, con canciones tuyas, mías y nuestras.
Tu fantasma se aparece en cualquier parte.
Te añoro algunos viernes.
Echo de menos tu presencia un sábado sí, otro no.
Te extraño los domingos.
Recuerdo tus besos, tus manos y más.
Nos sueño cuando hicimos aquellos cuentos de final feliz.
Me quedé con las ganas de construir más historias.
Fantaseo con algún día escribir otros capítulos.
Tu mirada y tu sonrisa se han instalado en mi memoria.
Me han dicho no partirán porque mi corazón no quiere que se vayan.
Es tortura saberte, pero no tenerte.
Comienzo a creer que el amor sí es un perro infernal.
Inevitables son mis ojos acuosos cada maldito día que pienso en ti.
1 comentario:
Desea con toda tu alma, lanza el deseo al viento y después olvídate de él...
Publicar un comentario