Más de una vez azotamos en la vida... Más de una vez nos perdemos de caminar un poco más allá de nuestra vista... porque los zapatos nos están matando de dolor... Más de una vez nos tropezamos... y con la misma piedra... Más de una vez nos enterramos en el pasto... Más de una vez el tacón se queda enterrado y caminamos sin zapato con todo y la pena... Más de una vez caminamos como si estuviéramos en la cuerda floja... Más de una vez nos desequilibramos... Más de una vez nos resbalamos... Más de una vez nos desplomamos... Más de una vez nos derrumbamos... Más de una vez salimos con los zapatos en la mano... Más de una vez nos quedamos sentaditas... Más de una vez recurrimos a los curitas para sanar nuestras heridas en los pies... Más de una vez lamentamos haber gastado tanto dinero en esos malditos zapatos que lastiman... Más de una vez los usamos solamente una vez... Más de una vez hubiéramos preferido llevar los no tan lindos pero sí comodísimos y accesibles zapatos Flexi, los cuales, una vez más, se quedaron solitos en el fondo del armario.
Zapatos no aptos para masoquistas, son sumamente cómodos |
2 comentarios:
Ah!!! Los zapatos, dulce adicción!! Como dice el sabio Guadalupe, de Bronco (jajaja), con zapatos de tacón, las nenas se ven mejor... :)
Me parece que la filosofía de Guadalupe, de Bronco, es muy profunda... :)
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