¡Te lo juro que sí!
Viví o medio viví porque eso no era vida, durante un mes y medio con mareo, dolor de cabeza, fatiga, falta de concentración y mente nebulosa.
Estos síntomas trajeron consigo depresión, ansiedad, insomnio, apatía y desánimo generalizado.
Me veía incapacitada para seguir adelante con mi vida como había sido hasta antes del 1 de Octubre.
Me sumergí en un abismo de tristeza, entré al laberinto más oscuro, mis demonios internos estaban de pachanga.
Un doctor, otro doctor, este médico o aquél... ninguno le atinaba, me mandaban medicamento para que la sangre irrigara a mi cerebro.
Pensaban que el problema estaba en el oído, posiblemente en mi mente o había sido provocado por el estrés vertiginoso en el cual yo acostumbraba vivir.
La psicoterapeuta estaba de acuerdo en descartar alguna disfunción a nivel fisiológico, pero en su fuero interno su diagnóstico era que mi vértigo había aparecido para que yo hiciera un alto en el camino y revisara asuntos pendientes.
Y por más que yo hablara y hablara con ella, nomás no se me quitaba esa sensación de estar flotando en un barco a la deriva.
Un día, entre lágrimas y ojos hinchados de tanto llorar se me ocurrió ir a Google search y digitar las palabras vértigo por estrés.
Lo primero de la lista fue una clínica llamada MedBalanz, especialistas en vértigo y mareo.
Mi intuición me impulsó a llamar y programar una cita a la brevedad posible. Me la dieron para ir cuatro días después...
Cuatro días que me parecieron siglos...
Y el día llegó... me recibió un doctor muy joven, supongo tiene 32 pero se ve de 26.
Me realizaron varias pruebas para descartar alguna fregadera en el cerebro o en el oído. Me dijo que no había ninguna falla en mi cerebelo, palabras dulces a mi oído tampoco afectado.
Consultorio con alta tecnología, aparatos, pantallas y equipo sofisticado. El doctor vestido casi de mezclilla y tenis, digo casi, porque no estaba así ataviado pero sí bastante casual y sin la bata blanca.
Le atinó al diagnóstico y al tratamiento. A los tres o cuatro días de tomar el coctelito recetado, el maldito mareo se fue derechito a la chingada.
Encontré a un Dr. House que le busca hasta que encuentra el remedio o solución al paciente más desesperado, al caso más complicado, a la enfermedad más rara.
Mi gratitud infinita para ti, Dr. Jorge Madrigal Duval, ha sido maravilloso conocerte.
El tratamiento que me diste me ha regresado a la vida.
www.mareo.com.mx
2 comentarios:
Muy buena información y muy buen doctor.
Para mí es el mejor doctor en la materia. Fue el único de más de una veintena de médicos que me ayudó a quitarme el vértigo.
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