miércoles, 21 de octubre de 2009

El Estrés Nuestro de Cada Día

Necesito respirar profundo o voy a reventar. Y voy a reventar porque solita me exijo, hago, digo, voy y vengo desde que me levanto tempranito por la mañana hasta ya entrada la noche que por fin me voy a descansar. Y supongo que no soy la única y el que esté libre del estrés que tire la primera piedra. Es un ritmo vertiginoso en el que vivimos, al que ahora se suma la maravillosa tecnología de la computación y la telefonía celular. Recuerdo cuando no había celulares o si los había estaban restringidos a quienes los podían pagar (yo no era de éstos). Ibamos por la vida tan campantes y sin la imperiosa necesidad de recibir mensaje, email o notificación de una nueva entrada en facebook. Hoy día no me hallo sin mi celular, me acompaña noche y día, él se encarga de mandarme los mensajes de trabajo, los ociosos, los de los amigos, los de la persona amada, los de la familia, los de la muchacha que me pregunta cómo quiero que prepare el pollo. En la oficina tengo mi computadora con mil programas abiertos y me llegan mensajes por todos lados, desde las ochenta mil cuentas de correo electrónico que tengo, desde el facebook que es cosa del mismísimo demonio y desde mi celular, que desde luego nunca deja de sonar. El teléfono de la oficina lo uso cada día menos. Es ya casi un adorno más de mi escritorio de trabajo. Es información excesiva la que recibimos, siento que mi cabeza va a estallar y más me vale que no porque dentro de 4 minutos entro a la clase de Técnica de la Entrevista... una actividad más para cerrar este día con broche de estrés.

2 comentarios:

Claudia E. dijo...

En fin que comparto tu opinión, cada vez somos más dependientes de cacharros innecesarios y nos olvidamos de otras cosas. Tu materia me recordó mi época de universitaria. Bueno me voy porque también tengo mil cosas que preparar para la escuela y clases privadas, buscar, hacer materiales y encontrar la manera fácil de explicar los usos del pretérito del pluscuamperfecto del subjuntivo....uuuffff! y nosotros que solo abrimos la boca y hablamos sin ninguna reflexión...por eso no le entro a la moda de los anglicismos mexicanos, nuestra lengua es hermosa y rica en expresiones.



Saludos y besitos

Clau

Lilia Carrillo dijo...

Hola Clau... tienes razón, nuestra lengua es rica en expresiones, tenemos una gama variada para nombrar las cosas, es una lástima que usemos tanto anglicismo y yo no estoy libre de culpa así que no tiraré la primera piedra. Te mando un abrazo!